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¿Cómo evitar el sexting y la sextorsión?

¿Qué es el sexting y la sextorsión?

Cuando hablamos de sexting hablamos del envío o recepción, a personas conocidas o desconocidas, de contenido sexual a través de dispositivos móviles. Una práctica muy extendida y que genera un gran problema: una vez que el contenido sale del móvil, se pierde el control sobre él. Esta situación puede generar un riesgo muy grave, sextorsion, es decir, la extorsión basada en tener contenidos sexuales; esta situación puede dar lugar a tres frecuentes entre los menores:

  • Imágenes usadas para acosar sexualmente a la víctima: Existen muchos casos de exparejas que se han chantajeado con fotos sexuales o videos que compartieron en el pasado y han acabado siendo utilizadas para conseguir encuentros sexuales o siendo filtradas en diferentes redes y grupos de whatsapp.
  • Imágenes que acaban en manos de terceros y son usadas sin el consentimiento de la persona para crear perfiles falsos, webs de fotos, o incluso para convertirse en anuncios pornográficos.
  • Imágenes que caen en manos de Groomers ya sea por engaño, suplantación de identidad, o porque hackean el teléfono de la víctima. Son utilizadas para chantajear al menor pidiéndole dinero o más contenido sexual. Esto es lo que se denomina grooming, extorsión sexual, y en casi la totalidad de los casos acaba causando problemas graves en el menor.

Datos del uso de sexting por menores

En 2016, el 10% de los jóvenes entre 10 y 16 años enviaba o recibía fotos o vídeos con contenidos eróticos o sexuales. Pero en la actualidad, la práctica se ha extendido.

Hoy en día el 31% de los jóvenes ha recibido algún tipo de mensaje sexual a través del móvil. De hecho, según los datos recogidos en el libro Entre selfies y whatsapps, coordinado por profesores de la Universidad del País Vasco, actualmente tres de cada diez menores de entre 11 y 16 años de Europa y Latinoamérica reconoce haber practicado el sexting. Y el 14% de ellos señala haberse sentido disgustado por ello. Pero el dato más importante, quizás, es que aunque el 94,5% reconoce que se trata de una práctica peligrosa, el 44,7% señala que es parte del juego sexual. Lo que coloca a los menores en una situación de desconocimiento y peligro para la que es necesario educarles.

Consejos para prevenir el sexting y la sextorsión

Darles a los menores una buena educación digital es la base principal para prevenir el sexting y la sextorsión. Además, se debe generar un clima de confianza ante una situación de este tipo para que el menor no dude en pedir ayuda cuanto antes.

Una vez que se es consciente del problema, hay dos grandes frentes para proteger a los menores de esta práctica:

  • Educación digital: La concienciación de los peligros que acarrea esta práctica. Explicarles las consecuencias que tiene sí lo practican, y enseñarles a hacer un uso responsable de la tecnología que utilizan.
  • Acompañamiento digital: Utilizar un control parental, configurar correctamente los dispositivos, y usar un filtro de contenido además de configurar correctamente la privacidad de las aplicaciones y redes sociales que utilizan.
  • También es muy importante revisar la red Wifi del hogar para evitar hackers y ciberdelincuentes que accedan a los dispositivos y roben contenido.
  • Realizar una auditoría de ciberseguridad del entorno conectado periódicamente es una práctica mas que recomendable.

¿Qué hacer si ya lo practican?

Si ya lo practican o tienes dudas de si lo hacen, es vital enseñarles estas pautas de seguridad:

  • No practicarlo con extraños: Al igual que no se le da información privada a una persona que no se conoce, tampoco se debe compartir fotografías íntimas con desconocidos.
  • Antes de hacerlo, deben hablarlo con su pareja: deben establecer de antemano las reglas que van a seguir. Esto incluye si pueden guardar las imágenes, por cuánto tiempo, qué tipo de imágenes o textos valen o si alguien más puede verlas.
  • Evitar que puedan identificarles en las fotografías: cuando se envía contenido sexual se debe procurar que no se vea la cara, tatuajes, marcas de nacimiento o cualquier cosa que pueda identificarles. También se debe evitar que de fondo salgan fotografías, pósters…que puedan involucrarles en caso de que el contenido se hiciese público.
  • Utilizar aplicaciones seguras: deben usar apps con sistema de encriptación de mensajes. De esta forma sólo el emisor y el destinatario tienen acceso al contenido. Deben evitar utilizar Facebook, Messenger o Twitter. Una buena opción es Signal ya que permite fijar un tiempo de autodestrucción para los mensajes, poner contraseña a las conversaciones y evitar que se hagan capturas de pantalla. Telegram también es otra opción.
  • Borrar la información de las fotografías: cada imagen que se saca con el teléfono móvil incluye información como dónde fue tomada, a qué hora y con qué dispositivo. Se pueden borrar estos datos utilizando aplicaciones como Photo Investigador. O hacerlo uno mismo desde el ordenador abriendo la imagen, clickando en herramientas y seleccionando borrar información.
  • Desactivar el almacenamiento automático de las fotografías: servicios como WhatsApp, Google Photos o iCloud guardan automáticamente todas las imágenes del móvil en la nube. Esto puede ser un problema si hackean el dispositivo o si alguien más tiene acceso a los espacios privados en Internet.
  • Proteger las imágenes si van a guardarlas: Si se guardan las imágenes (algo totalmente desaconsejable), se debe hacer en una carpeta con contraseña y evitar subirlas a la nube.

A pesar de esto, y en cualquier caso, lo más seguro es no practicarlo. Y lo principal, como siempre, es educar desde muy pequeños a los menores para que sepan a qué riesgos se exponen y cuál es la mejor manera de evitarlos.

¿Cómo evitar el sexting y la sextorsión?

Contenido elaborado por:

Gaptain

Comunidad activa de maestros/as
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