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¡Volver al cole quiere decir cambiar para crecer!

¡Volver al cole quiere decir cambiar para crecer!El tiempo pasa volando y, aunque no hayamos terminado las vacaciones de verano, ya empezamos a prepararnos para la vuelta al nuevo curso escolar. Este momento está cargado de sensaciones que conocemos bien porque se repiten año tras año. Nos gusta hacer vacaciones, para que el cuerpo y la mente necesitan descansar, pero también necesitamos retornar al orden y la rutina del día a día, ya que esto nos da seguridad.

Volver a la escuela representa reencontrarse con los compañeros y las compañeras. Este momento es especial: nos explicamos cómo ha ido el verano compartiendo anécdotas y enseñando fotos que nos ayudan a visualizar el recuerdo.

Una buena manera de hacer esta toma de contacto puede ser organizar una merienda en casa y preparar un bizcocho con una buena limonada casera o unas brochetas de fruta variada con chocolate desmenuzada por encima. Compartir una tarde con los amigos y las amigas puede acabar convirtiéndose en un momento único donde, por ejemplo, podemos compartir los juegos que hemos aprendido en verano: de memoria, de mesa, de mímica… O bien repetir aquel videojuego que tanto nos gusta jugar cuando estamos todos juntos.

Y es que estar con los amigos y amigas significa formar parte de un grupo de personas con inquietudes parecidas a las nuestras que te escuchan, que te hacen sentir bien porque te invitan a participar, que saben ponerse en tu lugar cuando explicas algo que te preocupa o te gusta y que, al fin y al cabo, siempre están.

Volver a empezar el cole quiere decir prepararse

Sin lugar a dudas, volver a la escuela significa crecer, prepararse para nuevos retos. Y por eso hay que hacer una buena revisión de lo que tenemos y de lo que necesitaremos para emprender de nuevo el estudio. Posiblemente, algunas prendas se hayan quedado pequeñas y no nos entre el calzado deportivo porque con las sandalias los pies nos han crecido más rápido. También puede ocurrir que el lápiz para hacer los deberes haga 5 centímetros de longitud y no un palmo. A veces, tener un buen lápiz y una goma nueva o unos bolígrafos de colores nos hace tanta ilusión que, junto con las ganas de encontrarnos con los compañeros y las compañeras nos hace sentir cosquillas en la barriga para que la escuela está a punto de empezar.

El inicio de la escuela va acompañado de una serie de rutinas que no podemos dejar de lado, si es que las hemos aparcado durante las vacaciones: hay que volver a levantarse temprano y acostarse pronto para poder asimilar todo lo que aprendemos cada día, hay que mantener una higiene adecuada para nosotros mismos y para las personas que nos rodean y hay que ir tomando responsabilidades.

Y es que es evidente que cuando volvamos de estos días de descanso nos hemos hecho un poco más grandes. Hacerse mayor significa compartir responsabilidades en casa como organizar las tareas para que queden bien repartidas entre todos los miembros de la familia que convivimos juntos y juntas. Quizás este año nos toca hacer una pequeña compra para el abuelo y la abuela una vez a la semana o bien ir a pasear con ellos y ellas. Podemos implicarnos con los adultos y participar a la hora de hacer el menú de la semana organizando las compras entre todos y todas… Este curso somos más grandes y más responsables y, por ello, quizá podemos tener unas claves para ir y volver solos de la escuela a casa sin perder de vista lo importante hacer este paso.

Es ahora cuando recordamos sensaciones que habían marchado durante las vacaciones para que vuelven el mes de septiembre:

¡Volver al cole quiere decir cambiar para crecer!

  • El olor de los libros y las libretas cuando pasamos sus páginas.
  • El material nuevo que brilla y nos pide sin palabras… “¡Utilízame!”.
  • El olor del otoño que se acerca acompañada de alguna tarde de lluvia que nos refresca.
  • Los colores de la vegetación y de los alimentos que nos rodean toman colores cálidos y anaranjados.
  • La sensación de tristeza o melancolía porque acaban las vacaciones, pero también la ilusión para el nuevo curso que comienza y los nuevos retos que nos esperan.

Y, si no nos hemos parado a pensar en estos nuevos retos, algunos podrían ser:

  • Comer mejor intentando hacer una dieta equilibrada, variada y suficiente.
  • Colaborar más en las tareas del hogar, pensando en las personas que conviven.
  • Reducir el consumo de plásticos en el día a día.
  • Encontrar más espacios para compartir tiempo con la familia.
  • Salir más a menudo al aire libre a jugar, pasear o visitar lugares nuevos.
  • Reducir las horas frente a dispositivos electrónicos y ampliar con unas buenas lecturas.
  • Hacer deporte de manera habitual.
  • Intentar encontrar el lado positivo de las cosas que nos pasan día tras día y aprovecharlas para crecer y disfrutarlas.

Reencontrarse con los amigos y las amigas, volver a coger la rutina, tomar nuevas responsabilidades, revivir sensaciones conocidas y plantearse nuevos retos sólo son algunas de las cosas que nos esperan con la vuelta al nuevo curso escolar que está a punto de empezar. ¡Vamos!


Bet Bartrina i Comalat
Docente de cursos de ocio de la Fundació Pere Tarrés

Fundació Pere Tarrés

Comunitat activa de mestres
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