gtag('config', 'AW-1000876650');
Tiendas

Hablar de muerte y vida en el aula

Hablar de muerte y vida en el aula“La muerte se debe naturalizar, se debe normalizar” apunta Cristina Vallès en la primera sesión de la formación Cómo tratar la muerte en el aula después de la pandemia: “Es una realidad que la muerte siempre ha estado allí, que somos seres vulnerables pero a menudo lo olvidamos o no queremos recordarlo, seguramente porque es un tema que no sabemos cómo manejar. No es fácil tratar con lo que se desconoce.”

Hablar de muerte y vida en el aulaEn las aulas, en muchos casos, la muerte es un tema que se obvia porque muchos profesores no han encontrado herramientas para dar respuestas a los niños y jóvenes. Aquí es donde entra el trabajo de formadoras como Cristina Vallès o de asociaciones como a la que pertenece: Asociación por el Derecho a Morir Dignamente (DMD). Estas entidades ofrecen formación en las escuelas, principalmente al ciclo de primaria, con el fin de dar una visión de la muerte que huya de los tópicos y que reproduzca imaginarios o frases como “ir al cielo”, fuerza recurrente cuando se aborda el tema con niños “. Los recursos que utilizan para el tratamiento del tema pasan por el arte y la literatura, recomendada tanto para niños como jóvenes y para todas las edades, porque con la historia y las imágenes pueden reflexionar.

En el contexto actual nos generan muchas preguntas: ¿Cómo hemos de volver a la escuela? Qué hacer si hay niños con familiares que han muerto? Como han gestionado los niños lo que ha pasado? La formación que coordinan y de la que hoy se han dado las primeras pinceladas, tratará precisamente sobre todos estos temas: la gestión del duelo pero especialmente la pedagogía preventiva sobre la muerte. El nombre de la formación hace mención explícita a la pandemia pero su enfoque está pensado para abordar especialmente la parte preventiva, que con el confinamiento y la gestión de la muerte durante la pandemia ha adquirido un protagonismo que antes no tenía.

Hablar de muerte y vida en el aulaLa muerte se ha impuesto de manera repentina y muchas personas han perdido familiares o amigos en unas condiciones especialmente duras. Asimismo, tal vez esta situación excepcional nos ha permitido prepararnos mejor ante la muerte, y trabajarla desde la reflexión y no desde la espontaneidad, que suele generar respuestas hacia los niños poco recomendables o todo perjudiciales. En esta línea, Vallès señala a las maestras uno de sus principios primum non nocere: “lo primero es no hacer daño”.

Hay que tener presente que la experiencia de este tiempo ha sido muy desigual, hay niños que pueden haber sufrido mucho y otros menos. Cada casa tiene sus antecedentes y contexto familiar, y el trabajo de maestros y profesorado es respetar las familias y escuchar lo que el niño piensa pero ofreciendo la posición que se ha establecido desde la escuela en cuanto a la temática. En el caso de la muerte, como todavía no está muy presente en las escuelas, hay que crear un protocolo coherente sobre el tratamiento a todas las escuelas, evitando creencias, religión o ideas preconcebidas: si el abuelo ha muerto, ha muerto.

Esta es una reflexión que cada maestra tiene que hacer por sí misma y plantearse si está preparada para afrontarla. La reflexión sobre lo que nos es desconocido es fundamental para crear un espacio donde los niños se sientan seguros, a la vez que el tema se aborda buscando su punto de vista positivo: qué hemos aprendido, que sabemos, como hemos disfrutado? Los alumnos lo necesitan y lo merecen.


Autor: Maria Cerdans

Rosa Sensat



4.3 (86.67%) 3 voto(s)

Deja un comentario