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Consejos sobre el juego

    Consejos sobre el juego

  • Jugar con agua es muy divertido. Experimentar con ella, sentirla, observarla es una de las actividades más placenteras que podemos compartir con los niños. Una fuente, nunca mejor dicho, de contacto y sonrisas. Consigue puedes, esponjas, juguetes …; añadir ganas de pasarlo bien. No olvide algunas canciones o cuentos y, con un poco de imaginación… ¡en el agua falta gente!
  • Hay muchos tipos de juguetes. Y no sólo las que compramos en las tiendas! Y es que los niños son capaces de convertir cualquier objeto en un divertido compañero de juegos. ¿Qué hay que pedirle a un juguete? Básicamente que sea divertida y guste al niño, que respete su edad y su desarrollo y que sea segura. Y, muy importante, que vaya acompañada de un adulto dispuesto a jugar! No olvide: un juguete, por sí sola, sustituye el placer del juego compartido con los que amamos.
  • El juego despierta la curiosidad, la capacidad de reír, de imaginar, de gestionar nuestros recursos y nuestros miedos. Dicho de otro modo, el juego educativo, más allá de que algunos juguetes sean especialmente adecuadas para enseñar aprendizajes concretos, como contar, leer… Con un parchís, con una muñeca, una pelota, una bicicleta o un disfraz, y casi sin darnos cuenta, estamos poniendo en marcha recursos que serán absolutamente imprescindibles en nuestra vida.
  • ¿Qué hacen los niños? Lo que ven hacer a los grandes! Con el juego tenemos un gran aliado para transmitir valores y pautas de comportamiento. Una sencilla partida de dominó nos enseña a esperar el turno, a aceptar los resultados del azar, ya crear defensas a la frustración, si no conseguimos ganar la partida. Jugamos con nuestros pequeños y ensayamos el aprendizaje de normas y hábitos. Divertirse juntos, conocemos-nos, mejoramos las relaciones, comunicamos con nosotros. ¡Sin duda, fortaleceremos nuestros vínculos!
  • Consejos sobre el juego

  • El juego en casa ha ganado la partida al juego en la calle. En este nuevo escenario, más cerca de los adultos, podemos trabajar hábitos y actitudes positivas, especialmente en cuanto al cuidado y uso de los juegos y juguetes. Y también el respeto por los espacios compartidos. Si tenemos en cuenta la importancia del juego en la vida de los niños entenderemos que necesiten “ocupar” una buena parte de la casa con sus juegos y no sólo “la habitación de jugar”. Dejemos que los niños jueguen por la casa, en su habitación o en espacios comunes. Sólo hay que establecer las normas de tiempo, de recogida y de respeto por el entorno y la convivencia del resto de la familia. Acoger la vitalidad del juego infantil en casa significa también enseñarles el valor del respeto por la convivencia.
  • Es importante jugar un ratito cada día. Podemos aprovechar cualquier momento: mientras vamos a la escuela, todo sorteando las baldosas de la calle o contando coches. Podemos jugar a las adivinanzas mientras hacemos la cena. Organizar una partida rápida e intensa después de cenar y antes de acostarse… No hace falta mucho tiempo, pero lo que seguro que hace falta es ponernos con ganas e ilusión. Nuestros hijos lo necesitan, ¡pero nosotros también!
  • Vale que yo era … Quien no hemos empezado un juego con esta frase? ¿Quién no ha jugado a ser otra persona? Y es a través de imaginarnos personajes e historias, que hemos aprendido a expresarnos, desinhibirnos, a ponernos en el lugar de otro… Esto se llama juego simbólico y es un momento muy especial para compartir con los sentimientos y deseos. Es un tipo de juego que nos pide a los adultos dejarlos espacio para la expresión y para que se pierdan un rato donde su imaginación los lleve … Animamos a remover juntos el armario buscando piezas de ropa que nos conviertan en temibles piratas?
  • Muchos juguetes y juegos generan complementos que a veces no hay que comprar. Así pues si jugamos con la casa de muñecas y las niñas, quizás el mobiliario puede ser construido con materiales reciclados. Aprovechamos para enseñar a los niños a crear complementos de juego con materiales aprovechados, con objetos que en casa ya no se usan o con piezas intercambiadas. Los ayudaremos a desarrollar su imaginación ya valorar las cosas de una manera diferente…
  • A menudo, la hora del baño es para los más pequeños un rato de juego. Arrugarse en la bañera rodeado de barcos, patos, submarinistas o peces es una experiencia relajante y divertida. Aprovechamos este rato para inventarnos historias, para charlar, para acariciar, para jugar con nuestros hijos. Es un momento íntimo en que los vínculos emocionales se pueden fortalecer.
  • Consejos sobre el juego

  • ¿Me ayudas a hacer un pastel? ¿Cuántas veces hemos empezado así a hacer cosas en la cocina con los niños! La cocina esconde un montón de posibilidades para jugar con nuestros hijos y nos regala texturas, sabores y sensaciones para todos los sentidos. Jugamos a ser cocineros con los niños, apartamos los utensilios peligrosos y disfrutamos de un rato divertido preparando buenas comidas que después compartiremos con los demás. No sólo se divertirán de lo más sino que se sentirán grandes e importantes por haber tenido esta experiencia.
  • Todos sabemos que hacer ejercicio es necesario para la salud: nos alegra y nos estimula, nos hace liberar tensiones y nos familiariza con la cultura del esfuerzo y la superación. Una forma muy divertida para los niños de hacer ejercicio y evitar las conductas sedentarias, es jugar al aire libre en los parques o las plazas con los juegos de hoy, de antes y de siempre.
  • Muchos niños se ponen en la piel de personajes reales y fantásticos cuando juegan “a ser como …”. En este momento, imaginación y fantasía se ponen en marcha. Damos a los niños recursos para desarrollar el juego simbólico. Buscamos disfraces, construimos cabañas con sábanas viejas o hacemos espadas con tubos de cartón. Hagámonos cómplices para estimular su creatividad e imaginación.
  • A veces es difícil encontrar juegos diseñados para atender a niños con necesidades especiales. Pero podemos sacar posibilidades de juego de los juguetes comerciales habituales. En estos casos, conviene centrarse la búsqueda en todo lo que el niño puede hacer. Debemos elegir siempre en función de las posibilidades de acción del niño o la niña y no de sus límites. De esta manera el juego supondrá reto y diversión.
  • Los niños sienten su hogar como un mundo que les pertenece. Por eso les gusta invitar amigos y amigas para jugar y enseñarles el lugar donde viven. Facilitamos los mismos los encuentros con los amigos y fomentamos el juego en casa con los compañeros. Conoceremos los amigos de nuestros hijos y podemos fortalecer lazos de relación.
  • Consejos sobre el juego

  • La sala del hospital es para algunos niños un lugar habitual. A menudo el equipo médico y el personal hospitalario crean un ambiente especialmente cariñoso que facilita la estancia. Pero las hospitalizaciones más largas, es muy importante que creamos situaciones y momentos para jugar. Aprovechamos las visitas de la familia para que lleven cuentos nuevos o juguetes que se puedan jugar en este entorno. Pedimos los mismos también que nos regalen tiempo de juego con el niño enfermo y que repartan estos momentos en todas las horas posibles de visita. Estas ratos serán unas de las mejores medicinas.
  • Hoy en día, la diversidad es un hecho cotidiano. En las escuelas, en la calle y en nuestro alrededor, convivimos con personas de diferentes culturas y diferentes tradiciones. Los juegos del mundo ofrecen un acercamiento lúdico e integrador en estas culturas. Jugamos al awalé, el carrom y el go. Serán una herramienta fantástica de conocer y valorar la cultura de otros pueblos.
  • Una de las cosas que más preocupa a los padres es la seguridad de los hijos. En todo vemos situaciones de riesgo, incluso en los momentos de juego. Facilitamos los mismos juguetes seguros, juguetes que cumplan los requisitos y las normativas de seguridad. Velamos vez para que hagan un buen uso.
  • El juego al aire libre es un placer en cualquier época del año. Haga frío o haga calor, pasar un rato en el parque es un momento de diversión y libertad para los niños. Intentamos que ir al parque en familia se convierta en una buena costumbre. Enriquecer el juego con espacios diversos, hacer amigos fuera de la escuela, aprender a respetar los demás … son algunas de las ventajas que sacarán de estos ratos.
  • Para muchos niños, los viajes en coche se convierten en ratos largas y pesadas. Los hacen estar quietos en un espacio reducido y con poca movilidad. Facilitamos los mismos el viaje! Divertirse contando coches de un mismo color o jugando con las letras y cifras de las matrículas. Llevamos también muñecos pequeños o consolas portátiles. Y aprovechamos para cantar juntos las canciones que les gustan. Seguro que el viaje se hará más corto!
  • Consejos sobre el juego

  • Los niños aprenden muchas cosas por el tacto. Especialmente en los primeros años, sus manos los transmiten texturas, formas, sensaciones, volúmenes… Fomentamos el juego con las manos! Acompañamos a manipular los juguetes y percibir diferentes texturas con objetos diversos. Que exploren y descubran a través del tacto el mundo que nos rodea.
  • Abuelos y nietos pasan juntos ratos de una alta intensidad afectiva. El juego les facilita momentos de alegría, entendimiento y complicidad. Proponemos a nuestros hijos de hacer una selección de juguetes y material de juego para dejar en casa de los abuelos. Así, cuando vayan, tendrán más opciones para enriquecer ese tiempo en común.
  • A veces es difícil encontrar juegos diseñados para atender a niños con necesidades especiales. Pero podemos sacar posibilidades de juego de los juguetes comerciales habituales. En estos casos, conviene centrarse la búsqueda en todo lo que el niño puede hacer. Debemos elegir siempre en función de las posibilidades de acción del niño o la niña y no de sus límites. De esta manera el juego supondrá reto y diversión.
  • Compartir juego y diversión entre padres e hijos nos ayuda a rebajar las tensiones familiares que el día a día ocasiona. Las risas, el esfuerzo y la concentración de jugar juntos favorece el afloramiento de emociones positivas. Jugar a las muñecas, pasear en bicicleta o construir un puzzle proporciona momentos de alta complicidad. Pero sobre todo, jugar con un niño es una fantástica manera de decirle cuanto disfrutamos de su compañía y cuánto nos interesa su mundo y sus aficiones.
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