Covid e higiene escolar. Lo ideal, el mayor tiempo posible fuera.
Mantenemos una conversación con Elena Villa Bastías, médica, cirujana general en el Hospital de Alta Resolución de Benalmádena, de Málaga, y madre en el Colegio Público N. S. de Gracia, que se ofreció para revisar el protocolo covid del colegio, lo que supuso abrir oportunidades a las medidas previstas por el equipo educativo.
Maribel: Elena, decidimos hacerte esta entrevista porque percibimos que hay algunos colegios que están en estado de histeria, están en el «no se puede», y nos interesa tu perspectiva. Nos gustaría saber algunas medidas de marco general en la escuela, y después tenemos algunas preguntas concretas basadas en nuestra experiencia en cada centro.
Elena: Aunque soy cirujana, desde hace unos meses todos los médicos nos hemos tenido que dedicar a establecer protocolos covid en los hospitales, así como vosotros en los colegios. Lo que ocurre es que algunas veces hay mucha distancia entre lo que piden las autoridades y lo que se puede hacer. Además, estamos en una situación de cambio constante y con mucho miedo, porque de esta enfermedad nueva aún sabemos poco, no tenemos seguridad o experiencia suficiente sobre lo que irá bien. Cuando se abrieron los colegios, también los compañeros médicos pensaban que podía haber muchos rebrotes, pero la realidad ha sido la contraria, sobre todo en los colegios. Es diferente en institutos y universidades, por la forma de relacionarse de los jóvenes, no en el medio educativo sino fuera. En los colegios, los niños y las niñas están más concienciados que los adultos y respetan todo lo que se les pide.
Por otra parte, cada vez se hacen mejor las cosas, por ejemplo, el uso de la mascarilla: prácticamente toda la población lleva una mascarilla, aunque a veces mal colocada y sea la misma que la de marzo. Hay conciencia de no estar toqueteando las cosas y los niños saben que se tienen que lavar las manos a menudo, o usar hidrogel. Además, tanto los equipos de los centros como las familias están concienciados. Ante el más mínimo síntoma, los padres y madres ya no llevan al crío al colegio.
M: ¿Qué sabemos sobre el virus?
E: El virus es un bichito que está flotando, por así decirlo, parecido al del resfriado, que entra en nuestro cuerpo a través de la garganta y, a partir de ahí, una parte pasa a los pulmones y otra nos la tragamos.
M: Sobre el uso de los termómetros…
E: Respecto a los termómetros de infrarrojos, decir que ya no los usamos, pues, en realidad, la fiebre es uno de los tantos síntomas que puede dar el virus. Tomar la temperatura en los colegios puede ocasionar largas colas, que al final son contraproducentes, pues es más difícil guardar la distancia.
M: ¿Qué recomendaciones de higiene nos das?
E: Son muy simples, sobre todo ventilar las clases o estar al aire libre. A partir de ahí todo lo que añadamos está bien, las mascarillas y el uso de hidrogel, mejor que lavarse las manos, ya que el lugar donde nos lavamos las manos puede ser un foco de infección, pues se pueden acumular la humedad, los aerosoles y los gérmenes. Solo se aconseja el lavado de manos si están visiblemente manchadas. Y, sobre todo, respetar los grupos burbuja que se han creado en los colegios.
M: ¿Cómo limpiar los objetos?
E: Para las superficies, lo mejor es usar lejía diluida y, para objetos porosos tipo ropa o libros, se pueden usar sprays de alcohol. En cuanto a la proporción de lejía, recomiendo usar lejía en pastillas, que permite calcular mejor los porcentajes. No olvidemos que el sol es un elemento de blanqueo –limpieza excelente–, y dejar los objetos al sol y al aire durante unas horas es un método muy bueno para higienizar las cosas.
M: En la escuela infantil 0-6 se supone que los niños y las niñas están sin mascarilla. Me ha sorprendido lo que has dicho del sol, no sabía que podía desinfectar. Respecto al lavado de manos, en mi escuela damos mucho tiempo para esta actividad, pues es el momento en el que pueden disfrutar del agua. Además, mi centro es 0-3 y no hemos encontrado un hidrogel que nos convenza para usar en estas edades porque los niños y las niñas se lo pueden meter en la boca.
E: En 0-3 la situación es diferente. Los niños de esta edad son de mucho contacto físico, te abrazan, te dan un beso, y además lo comparten todo, comparten juguetes y comparten lágrimas, babas… La ventaja es que los niños y las niñas de esta edad es muy difícil que se contagien, pero no así el maestro, que debe llevar una mascarilla de alta calidad tipo fpp2. Se ha de tratar a todo el grupo de niños como si fueran uno y proteger al profesor con lavado de manos frecuente y mascarilla fpp2, sabiendo que hay poco contagio a esta edad.
Por otra parte, si tenemos un patio al sol, hay que aprovechar para estar allí todo el tiempo posible. Recordad que antes se ponían las sábanas al sol, porque después de un rato el sol se lo lleva todo por delante. Esto, independientemente de que al final del día se haga una limpieza más exhaustiva, porque si no en Infantil no se vive. Por otra parte, estáis comprobando que aunque estos críos compartan las cosas no tienen más brotes que niños y niñas más grandes.
Para limpiar en Infantil se recomienda alcohol en spray porque se evapora en cuestión de segundos. Y, al final del día, limpiar a fondo con lejía diluida.
Elena C.: Yo quería preguntar sobre la ventilación. Mi clase es muy soleada, tanto que los niños me piden que baje la persiana, además en mi centro no me permiten tener cortinas ni nada de tela este curso. Así que llevo semanas investigando sobre los productos que están apareciendo en el mercado, para saber si son realmente fiables o solo otro producto a consumir. Me refiero a las máquinas de ozono, los filtros hepa, y otros.
E: Eso es: como tú muy bien has dicho, ahora toca vender. La realidad es que con que corra el aire es suficiente, con que esté ventilado, también teniendo en cuenta el número de alumnos y el tamaño de la clase.
E. C.: En mi centro nos han reducido el tiempo de patio.
E: Lo ideal es pasar el mayor tiempo posible fuera. Las máquinas son un pretexto para vender. Ahora también están hablando de las máquinas de carbono; ¿para qué quiero medir CO2 si tengo las ventanas abiertas? Por otra parte, si te entra mucho sol en la clase y bajas un poco las persianas tampoco hay peligro, también podrías usar un visillo ligero. Si le da el sol es suficiente para desinfectar, y si no, lo rocías con spray de alcohol.
Las máquinas de ozono están en boga, pero no se sabe hasta qué punto pueden ser dañinas, el medidor de carbono no tiene mucho sentido, y otra opción es poner plantas en la clase, que durante el día absorben dióxido de carbono. Si hace mucho aire se pueden cerrar un poco las ventanas.
E. C.: En mi clase no puedo tener ni cortinas, ni cojines, ni nada de papel colgado en las paredes…
E: Si os toca un equipo directivo más asustado, por el motivo que sea, va a ser más difícil. Creíamos que lo sabíamos todo, pero con esta pandemia nos damos cuenta que las medidas que usábamos hace mil años siguen siendo las más efectivas: ventilar, reclusión e higiene. Antes se blanqueaban con cal las paredes para higienizar. Es lo único que nos falta por hacer. Por otra parte, la realidad es que está habiendo poco contagio en los coles.
Gracia: En nuestro cole tenemos un claustro para decidir si comprar los filtros hepa para todas las clases, porque ha habido varios brotes y se ha creado alarma.
E: Es un filtro muy potente que no deja pasar prácticamente ninguna partícula, pero por sí solo no funciona, necesita una máquina que meta el aire para crear una presión positiva. Si no tenéis máquina de presión positiva, el filtro no sirve. Y tampoco serviría si vais a tener las ventanas y puertas abiertas. Es más efectivo y barato abrir ventanas. Más que haber problemas en los colegios, los problemas los tenemos fuera. Algunas zonas de Andalucía están teniendo mucha incidencia y esto se refleja en las clases. Pero no se están dando casos de que un crío contagia a otro de la misma clase.
E. C.: ¿Qué opinas de las mascarillas en el recreo en grupos de niños de 3, 4 y 5 años que no se mezclan con otro grupo?
G: No tiene mucho sentido, porque estos niños lo comparten todo. Si tienes a un grupo encerrado más de dos horas en el mismo espacio, el virus ya está en el ambiente. Fuera de España se tiene muy claro el concepto de grupo burbuja. Esos niños y niñas que están todos los días juntos cuatro o cinco horas es igual que lleven mascarilla o no, porque lo comparten todo. En el caso de los niños pequeñitos, con mucha más razón no deben llevarla.
E. C.: En mi centro no me permiten hacer el desayuno fuera, he de hacerlo dentro de clase, y así ocurre también en primaria, donde llevan mascarillas y después de varias horas en clase se las quitan para tomar el desayuno. Nos parece incoherente. Pero lo cierto es que no ha habido contagios.
E: Es que la ventilación que habéis hecho de las clases ha resultado ser muy efectiva. Ahora vienen los meses de invierno y puede ser más incómodo en según qué zona.
Carmen: En mi centro cumplimos bien todas las medidas menos la de distancia social, que se va relajando a lo largo de la jornada. Buscamos satisfacer también la necesidad de interacción. ¿Qué opinas de ello?
E: La realidad que estamos viendo es que las medidas de higiene que se han tomado están funcionando, aunque la distancia no siempre se cumpla. Por otra parte, ¿para qué queremos estar tan sanos y morirnos de la locura y de la tristeza por no poder relacionarnos?
G: En algunos coles no dejan que se use arcilla o plastilina.
E: La plastilina es un poco más polémica, pero siendo un objeto inerte no debe dar problemas, aunque no sé muy bien qué decir sobre ella. El barro, una vez utilizado, se pone al sol y así se seca y se desinfecta.
M: Nosotros, respecto a la plastilina, lo que hemos hecho es repartirla y que cada uno tenga la propia. También la ponemos en cuarentena dos o tres días. Igual que los libros.
Isa: Reconozco que he pasado de tener pánico a estar bastante más segura, con pocos miedos en la escuela. Hemos sacado las clases al patio porque el centro lo permite. Cada grupo está aislado de los demás, no se encuentran ni siquiera en el patio que hemos dividido para que cada grupo tenga su espacio. Los niños y las niñas van sin mascarilla, incluso el almuerzo lo estamos haciendo en el patio. Pero ya hay maestras que están entrando para comer… Al principio hacíamos cuarentena de objetos, pero ya no lo hacemos porque son grupos estables. Respecto a la comida, quería comentar que al principio los críos no colaboraban en poner la mesa, pero ahora sí, y algunas maestras manifiestan miedo a que compartan utensilios.
E: Yo soy muy partidaria de lo que estáis haciendo. Niños y niñas que conviven todos los días varias horas en un mismo espacio tienen los mismos microbios. En otros países tienen claro que el grupo burbuja va junto, pero es normal tener miedo ante este virus desconocido. Lo más recomendable es mostrar que no está pasando nada, y esto es lo que quita el miedo a los maestros y las maestras.
I: Respecto al jabón, empezamos usando jabón líquido, pero ahora nos preguntamos si es mejor el jabón en pastillas.
E: Da igual, los dos son jabón. Para los más pequeños es mejor utilizar jabón cuando les veáis las manos muy sucias, pero a partir de 6 años es recomendable usar el gel hidroalcohólico. En la zona de baño puede aumentar la humedad, la oscuridad y la poca ventilación, es un lugar ideal para que proliferen los gérmenes.
M: En mi centro los grupos también son estancos, pero echamos de menos relacionarnos, así que estamos ideando vernos en el exterior con mucha distancia de seguridad para compartir algo. También estamos utilizando el patio para comer. Y las salidas al campo.
E. C.: ¿Qué podemos hacer con los equipos directivos muy miedosos?
E: Lo primero es tener en cuenta la incidencia de cada provincia. En el caso de ser baja, hay que repetir y repetir que, si los resultados de nuestra actuación no están provocando brotes, podemos bajar el nivel de alerta, observar lo que está ocurriendo en la práctica. Al igual que está ocurriendo en otros entornos, incluso en los hospitales, en donde la experiencia nos está haciendo modificar los protocolos a la baja. Además, en vuestro entorno los niños necesitan normalidad, aunque es verdad que ellos tienen mucha más capacidad de adaptación que los adultos. Hay que irles dando lo que vayan necesitando según su edad.
M: Creo que se les pueden poner de ejemplo otros colegios con medidas menos severas y que no están teniendo brotes. Y también explicar que, si se es grupo de convivencia, no hay distancia de seguridad. Tened en cuenta que, cuando se diseñó el protocolo, fue en verano y estábamos muy asustados. Ahora se puede ir relajando, pero nos encontramos con reticencias de algunos compañeros que han encontrado una forma de sentirse seguros, y cuesta echarlo atrás.
E: Los protocolos se hicieron en un momento de mucho miedo e incertidumbre, pero se han de ir relajando a tenor de los hechos actuales.
M: De hecho, se deben revisar. Conozco centros de infantil donde a los niños y las niñas no se les permite moverse de su sitio, sentados toda la mañana.
E: Hay personas que se han quedado como en una cápsula del tiempo de la realidad de marzo. La realidad es que ha sido muy duro y a algunas personas les cuesta romper hacia adelante.
G: Conozco a una compañera que le da miedo tocar las libretas de los niños.
E: La libreta no está electrificada, la puede tocar… Es tan poca la cantidad de virus que puede haber, tan poca la que puedes tocar y tan poca la que te puedes llevar a la boca, que es prácticamente imposible contagiarse. Si además nos lavamos las manos con frecuencia, puede tocar las libretas con seguridad. Peor son las superficies metálicas. En las superficies porosas el virus se incrusta, le cuesta mucho desprenderse y es difícil que te lo lleves en la mano. Pero de todas maneras no hay suficiente cantidad de virus. La principal vía de transmisión es la aérea, y además cuando se encuentra en grandes cantidades; porque alguien pase por tu lado no lo vas a coger.
M: Vimos en clase un reportaje de El País sobre cómo se transmite el virus dependiendo de la intensidad con la que hablemos o cantemos.
Mamen: He trabajado en bibliotecas, y quiero hacerte una pregunta en torno al uso que se da a los libros y el papel por miedo al contagio.
E: El de El nombre de la rosa, quizás… Eso no es real. No se ha descrito ni un solo caso de transmisión por tocar un papel, que yo sepa. En el hospital nos pasamos los papeles con normalidad. Pero como hay un poco de psicosis, yo plantearía una medida intermedia: poner el libro en cuarentena unos cuantos días. El virus necesita un ser vivo para alimentarse. Si lo dejas en un libro ¿de qué se va a alimentar?
I: Algunas familias son reticentes al uso de termómetros infrarrojos.
E: El uso de infrarrojos no tiene ningún problema, daño no hace, pero de todas formas no es necesario usarlo. Os habréis dado cuenta que desde que lo usáis no habéis detectado ningún caso.
M: Recuerdo que en nuestro protocolo teníamos sala covid, pero Elena nos recomendó que la evitásemos.
E: Me parece una locura. Es mejor sacar al niño al patio con su maestro. Sobre todo por el pánico que le puede dar al niño.
M: ¿Qué podemos hacer contra ese miedo que está paralizando la vida de la escuela, esa nube de tristeza que inunda los centros educativos?
E: Ofrecer poco a poco la normalidad que para su edad corresponde. Dentro de los grupos burbuja, dejar que estrechen lazos. Y los adultos buscar ayuda psicológica frente a la tristeza que estamos acumulando. Los niños y las niñas son más del aquí y el ahora, pero los adultos echamos de menos nuestra vida de hace algunos meses.
M: Ahora hay poca interacción también entre maestros, cada uno está con su grupo burbuja, los claustros son on-line…, quizás eso esté influyendo en el ánimo.
E: Ocurre también en el hospital: no nos dejan juntarnos y esto provoca tristeza, pero por ahora tenemos que seguir el protocolo. Reunirse en una sala grande o en el patio no tiene que implicar riesgo. En las profesiones vocacionales, necesitamos hablar entre nosotros.
I: En nuestra escuela estamos empezando a tener tutorías con las familias en el patio y con mascarilla.
M: Vale, reivindicaremos en los centros juntarse al aire libre, con nuestro sol tan bueno.
M: Al igual que explicamos a las familias otros aspectos innovadores de nuestra metodología, podemos transmitir seguridad con las medidas que estamos tomando…
E. C.: Quizás las familias son quienes comprenden mejor a los niños y las niñas, comprenden que me den un abrazo… Están siendo comprensivas con la flexibilización que hago del protocolo.
“Artículo publicado en la Revista In-fan-cia 187“ (mayo de 2021)