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LA HORA DE VOLVER AL COLE

LA VUELTA A LA ESCUELA ES SIOEMPRE UN MOMENTO EMOCIONANTE PARA LOS NIÑOS. VOLVER A VER A LOS AMIGOS DESPUÉS DE LAS VACACIONES Y PODER EXPLICARLES LAS MIL AVENTURAS VIVIDAS. PARA LOS PADRES, LA COSA ES MUY DIFERENTE. LIBROS DE TEXTO, LIBRETAS, MOCHILA, LA BATA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS… UN MOMENTO VIVIDO CON DIFERENTES INTENSIDADES, PERO CON INTENSIDAD AL FIN Y AL CABO.
Escribe y fotografía Conchi Roque

La otra gran involucrada, y parte fundamental, por supuesto, es la misma escuela. Cada año es nuevo también por los maestros: nuevos alumnos, nuevas inquietudes y, en definitiva, nuevos retos. La tarea de las escuelas es básica para la formación de los más pequeños, y en una sociedad que evoluciona con un ritmo de vértigo, no es nada fácil. Maria Jesús Comellas, maestra, doctora en psicología y asesora de familias y escuelas, cree que los maestros de hoy en día “están preparados en relación a las didácticas y adaptarse fácilmente a los cambios”, pero al mismo tiempo les falta preparación “en relación al conocimiento psicológico y evolutivo del alumnado, lo que dificulta que haya una mirada más profunda sobre las necesidades de los niños y una manera más apropiada de compartir con las familias el proceso de desarrollo”.

La hora de volver al coleSegún Comellas, la escuela, aunque evoluciona, debe hacerlo mucho más, no se puede entender hoy de la misma manera que se entendía hace 60 años, “un lugar donde hay que ir, donde hay que adaptarse y donde se reciben una serie de conocimientos. La escuela debe ser un lugar de descubrimiento, de convivencia y, sobre todo, maneras de hacer, de pensar, de argumentar, de contrastar y donde, evidentemente, se aprenden contenidos e informaciones”.

Facilitar el trabajo de los maestros en este camino y dotarlos de buenas herramientas para la enseñanza es uno de los objetivos de Abacus, que tiene muy presente el trabajo que se lleva a cabo en las escuelas, así como a los padres, una pieza clave en la formación de los más pequeños.

El material pedagógico y los recursos didácticos sirven para orientar a los alumnos, ejercitar sus habilidades, motivarlos y formarlos. Facilitan la enseñanza y el aprendizaje, así como la adquisición de conceptos, habilidades, aptitudes y destreza por parte de los alumnos. La selección de estos materiales es básica, y su elección se ajustará a las características de los mismos alumnos, tanto en cuanto a las aptitudes (musicales, artísticas…) como necesidades específicas, como puede ser el caso de los niños zurdos o aquellos que necesitan una reeducación logopédica.

Natalia del Pino y el Xavier Vicente, responsables de papelería de Abacus, destacan el papel de la cooperativa en este sentido: “A la hora de seleccionar artículos de determinadas gamas de producto tenemos especial cuidado en aquellos que permiten cubrir el abanico de necesidades de nuestros socios y clientes. En esta línea, desde Abacus ofrecemos productos adecuados para educación especial (causa-efecto, texturados…), artículos especiales para zurdos (tijeras, correctores, reglas, afila lápices…) o artículos ergonómicos para iniciación a la escritura (lápices, bolis, plumas, rólers)”.

La hora de volver al coleSe deben tener muy en cuenta estos valores añadidos de los materiales y recursos pedagógicos. Para los niños zurdos, por ejemplo, trabajar con herramientas diseñadas para diestros puede ser una causa de frustración, por eso es tan importante que puedan tener recursos adaptados para ellos, como pueden ser tijeras, reglas, libretas o incluso el ratón para el ordenador. Todo hará que su experiencia sea más provechosa. De otro modo se puede producir una rotura entre sus aptitudes y el momento de ponerlas en marcha. Y no debemos olvidar la importancia de ayudar a los niños y niñas a desarrollar estas aptitudes.

Según afirma María Jesús Comellas, esta es otra de las asignaturas pendientes para la escuela que, actualmente, “desarrolla pocas aptitudes para que se dedica más a llenar de datos. El conocimiento está muy fragmentado y parece que no haya vinculación ni influencias de unas informaciones con otras. Por ejemplo, la música tiene ritmo y se puede valorar matemáticamente igual que el arte. Se podrían crear puentes de relación que favorecieran comprender cómo el conocimiento tiene diferentes visiones y aspectos que permiten entender su globalidad”.

En definitiva, lo que se trata es de incentivar a los más pequeños. Y la mejor manera de hacerlo, según Comellas, es valorándolos. “Los niños son creativos, receptivos y no tienen moldes, por eso pueden tener muchas iniciativas antes de que los limitamos”. Y, en esto, una vez más, la escuela cuenta mucho. No en vano son años fundamentales en los que se están fijando las bases del pensamiento y la expresión libre de los niños. “Es necesario que la escuela sea un mundo de debate, de riqueza, de compartir ideas e informaciones. Hay que favorecer que todo el alumnado entienda cómo es el mundo a partir de la pequeña muestra que es una escuela”.

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