Conocimiento compartido

Los informativos para niños y la construcción de ciudadanía

La existencia de un público atento a la vida pública no es una cuestión aplicable sólo al mundo adulto. Los niños siguen y valoran lo que les pasa a su alrededor; no son un contenedor vacío que se llena de información a partir únicamente de las fuentes adultas. Obviamente, los adultos, la escuela y los medios de comunicación siguen teniendo la responsabilidad de orientar a los niños en la vida comunitaria. Sin embargo, no sólo hay una ciudadanía que es la que practican los adultos. Los niños viven en la sociedad y deben asumir los deberes y ejercer los derechos, de acuerdo con sus edades y circunstancias. Y no hay un mundo social y político uniforme y armónico al que deben llegar los niños gracias a las instrucciones monolíticas de los adultos.

Hay disenso y conflicto. Las sociedades abiertas son plurales y los niños deben avanzar acompañados, construyendo y construyendo como ciudadanos. Hoy, a diferencia de hace unos años, se reconoce no sólo la capacidad sino también el derecho y la necesidad de que los niños expresen sus puntos de vista. Especialmente en una época en que entran en crisis y se repiensan los mecanismos de participación de los adultos en los asuntos públicos.

Hay interés de los niños por los temas políticos. Lógicamente, y como señala la investigación en este ámbito, se hace patente que el interés de los niños depende de la situación de cada contexto. No es extraño, por ejemplo, que haya más discusiones y debates sobre política en los hogares israelíes que en las norteamericanas, más protectoras y reservadas respecto de sus hijos en cuanto al seguimiento de informativos. Asimismo, los estudios señalan que los intereses de los niños hacia lo que pasa en el mundo no se reducen a unos temas que les tocan más de cerca y que los adultos entienden que son los más lógicos (vida escolar, medio ambiente …), sino que los en preocupan otras, directamente relacionados con la vida social de su comunidad.

Hoy, la existencia de noticiarios infantiles y juveniles en radios y televisiones a diferentes partes del mundo es un hecho relevante, pero también menos extendido de lo debido. Tenemos precedentes ilustres en la historia de los medios de comunicación para niños. Podemos citar el caso de Maly Przeglad o Pequeña Revista, que impulsó el extraordinario médico y pedagogo Janusz Korczak. Es considerada la primera publicación periódica del mundo hecha exclusivamente por los niños. Se repartía conjuntamente con un diario generalista, y llegó a tener una red de cientos de jóvenes corresponsales en todo Polonia. Se publicó desde 1926 hasta la invasión nazi.

A menudo, los medios de comunicación para los niños se han centrado en su vertiente lúdica. En cuanto a la TV, el foco se ha puesto en los dibujos animados y los programas de entertainment. Hace años, sin embargo, aparecieron algunos informativos dirigidos a los niños. El más veterano es Newsround de la BBC, nacido en 1972 y que ha sido una referencia para los que han venido después. Nick News a los Estats Units, Logo en la cadena alemana ZDF, y el holandés Jeudgjouurnaal, son ejemplos, todos con características, frecuencia de emisión y estilos diferentes. Y, claro, el Info K de TV3 en Cataluña, galardonado merecidamente hace unas semanas con el premio Marta Mata.

Son propuestas necesarias para que valoran la capacidad de los niños para seguir la actualidad, de acuerdo con las características de las franjas de edad correspondientes. Es chocante que haya quien frunce el ceño ante la información política para niños, cuando tenemos delante un universo mediático lleno de influencers, frikis y gurus de todo tipo y de producciones que sólo responden a la potencia de fuego desvergonzada del consumismo descontrolado.

La articulación de diferentes formas de acceso de niños a los fenómenos sociales y políticos, en productos hechos por los niños mismo o por los adultos, tiene una relevancia pedagógica de primer nivel para la construcción continuada de una ciudadanía crítica.