¡Reducir el impacto de nuestros residuos es posible!
Actualmente la acumulación de residuos es uno de los impactos ambientales más graves y que más preocupa a la comunidad científica y la sociedad en general. La sociedad de consumo, la cultura de los productos de un solo uso y el ritmo de vida ajetreado hacen que la mayoría de personas generemos mucha basura en nuestro día a día. Si queremos reducir el impacto que generamos, ¿cómo lo podemos abordar en el día a día de nuestro hogar? ¿Cómo podemos transmitir a nuestros hijos la necesidad de reducir la cantidad de desechos que generamos? ¿Cómo podemos ser unos consumidores más responsables y comprometidos con el medio ambiente?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que intentar reducir un impacto ambiental, sea lo que sea, requiere tomar conciencia, estar convencidos y reeducarnos para cambiar nuestros hábitos. Si, además, el proceso involucra a varias personas hay que tener en cuenta que habrá diversidad de opiniones y de formas de hacer. Por este motivo, es mejor que el cambio sea progresivo y que vayamos cambiando nuestros hábitos poco a poco en lugar de intentar dar la vuelta nuestro día a día de golpe.
A la hora de minimizar nuestro impacto es necesario aplicar la regla de las 3Rs: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Es importante remarcar que estas acciones deben realizarse en este orden, lo más importante es Reducir la cantidad de residuos que generamos, una vez los hemos generado debemos intentar Reutilizar al máximo antes de separarlos en diferentes contenedores para que sean Reciclados. En los últimos años, hay que añadir una acción más: Reparar. Hay productos que si los reparamos no llegarán a convertirse en un residuo. Si nos aplicamos el lema “El mejor residuo es aquel que no se genera”, estaremos haciendo un gran paso hacia un consumo más responsable.
A la hora de decidir si queremos adquirir un producto u otro, podemos analizarlo empleando el criterio de las 4Es: Ecológico, Energético, Ético y Económico. Habrá que encontrar un equilibrio siguiendo estos 4 criterios e intentar descartar productos que supongan un impacto ambiental grande (extracción, fabricación, reciclaje, vertido, etc.), que requieran un gran gasto energético (extracción, fabricación, transporte, reciclaje, etc.) o que supongan algún conflicto a nivel ético (impactos en el hábitat de personas y/o animales, condiciones laborales inadecuadas, etc.), siempre teniendo en cuenta si económicamente nos podemos permitir adquirir el producto alternativo.
Teniendo en cuenta todo lo expuesto, proponemos un decálogo con acciones sencillas que puedes realizar en casa o cuando vayas a comprar y que poco a poco te pueden ayudar a reducir su impacto:
Ve a comprar con carro o cesta y acostúmbrate a llevar siempre encima bolsas de tela o de otros materiales reutilizables para las compras de última hora.
Cuando compres frutas y verduras, evita poner cada producto en una bolsa de plástico. En la mayoría de tiendas pueden ponerse sin bolsa a la selección del establecimiento y en la caja lo pesan por separado. Cuando sean comestibles pequeños como judías verdes o cerezas, puede utilizar bolsas de malla, ¡cada vez las venden a más lugares y duran muchísimo!
Priorizar siempre los productos de temporada y de proximidad: ¡reducirás su impacto y ahorrarás dinero! Si desea saber más puede pulsar aquí.
Evita comprar los alimentos que van envasados individualmente para evitar el exceso de plásticos. También aquellos productos que llevan varios embalajes: plásticos, cartón, etc.
Evita el uso de papel de aluminio, es perjudicial para la salud y genera un gran impacto ambiental. Como alternativa, para llevar los bocadillos, puedes utilizar fiambreras o Boc’n’roll. Para guardar o transportar alimentos, utiliza fiambreras, frascos de vidrio, etc.
Siempre que sea posible, prioriza productos envasados en vidrio: se pueden reutilizar muchas veces y su fabricación genera menos impacto que la del resto de envases.
Si tienes poco tiempo para cocinar y acabas consumiendo muchas comidas preparadas, destina una tarde a la semana para cocinar varios platos y congelar en fiambreras listas para transportar. También puedes hacer tú mismo el yogur o el pan. Podrás planificar una dieta más saludable y reducirás mucho los residuos generados.
Al hacer celebraciones con amigos o familiares, evita usar vasos, platos o cubiertos desechables. Puedes repartir tareas a la hora de fregar platos, recoger la mesa, guardar la comida sobrante, etc. En las fiestas infantiles, puedes utilizar utensilios de plástico reutilizables para evitar que los niños se hagan daño si se rompe un plato o un vaso. Garantiza que los pocos residuos que se generen se puedan reutilizar o que, como mínimo, se separen correctamente y se tiren al contenedor correspondiente. En las celebraciones también suelen sobrar grandes cantidades de comida que no siempre se puede aprovechar o que quizás tendremos que transportar utilizando plástico. Planifica bien quién lleva cada alimento y en qué cantidades para que no sobre mucho.
Intenta reparar lo que se estropee antes de descartarlo: cose la ropa que tenga un pequeño agujero, lleva los zapatos rotos al zapatero, arregla los aparatos que no funcionen, pega con cola de impacto los objetos que se rompan, etc.
Reutilizar al máximo los residuos antes de tirarlos: aprovecha las bolsas para transportar cosas y cuando ya no las puedas reutilizar más úsalas para basura, coloca una bandeja de papel para reutilizar en el escritorio, haz talleres y manualidades con los residuos, etc.
Si en casa hay niños puedes trabajar todos estos hábitos de manera participativa, por ejemplo:
- Potencia la participación de los niños cuando vayáis a comprar: que lleven el carro o una cesta con el que pese poco, que sean ellos los que elijan los productos con menos embalajes y con el envase más sostenible, que consulten el calendario de frutas y verduras de temporada para saber qué tenemos que comprar, etc.
- Elabora la dieta de la semana antes de ir a comprar y haced la lista de la compra conjuntamente y así ya saben qué hay que comprar y pueden colaborar más activamente.
- Dedicad una tarde en familia a cocinar la comida de la semana y adapta la colaboración del niño a su edad y capacidades.
- Acostumbraos a participar en la limpieza después de las celebraciones: que recojan la mesa, separen la basura, frieguen los platos, etc.
- Haced un taller de costura cuando haya varias cosas para coser: enseñándoles a coser botones, a hacer zurcidos, etc.
- Aprovecha residuos que tengas en casa para hacer talleres decorativos para eventos que celebréis: cumpleaños, Navidad, San Jordi, etc. Reutiliza residus: ¡potenciando su creatividad pasaréis un rato divertido y tendréis la casa decorada! En internet podéis encontrar muchas ideas fáciles de hacer y adaptadas a todas las edades.
- Acompañando en el proceso de aprendizaje de la separación de residuos puedes hacer que separar residuos sea como una especie de juego de acertar en donde cada desecho.
- Haz que el proceso de reducir el impacto ambiental de tu hogar sea colaborativo y que todos los miembros de la familia puedan aportar ideas y propuestas para mejorar.
