La importancia de jugar… ¡y de hacerlo en catalán!
“No dejamos de jugar porque nos hacemos mayores, sino que nos hacemos mayores porque dejamos de jugar” (Bernard Shaw)
El juego nos acerca a los demás
Jugar permite pasar ratos con la familia o los amigos. Esto por sí solo ya es importante, pero además es un rato que suele ser distendido y divertido. Jugar favorece la socialización, fomenta el diálogo y nos ayuda en las relaciones personales.
El juego como fuente de relajación y estímulo
El juego nos ayuda a desconectar y reducir el estrés, y nos permite abstraernos de las exigencias de la vida cotidiana. Hace que nos sintamos más libres, más desinhibidos. Fomenta la creatividad y activa la imaginación.
Con el juego aprendemos a enfrentarnos a la realidad de una manera diferente
Muchos juegos nos piden que desplegamos estrategias. Por lo tanto, nos esforzamos para adaptarnos a nuevas situaciones, a encontrar soluciones imaginativas, a ampliar nuestros horizontes mentales y modificar nuestra conducta. A veces ganaremos y a veces perderemos, pero siempre nos beneficiaremos de las victorias y las derrotas: aprenderemos de los errores cometidos y nos replantearemos nuestra actuación en futuras partidas. El juego nos ayuda a aceptar las frustraciones y conocer las cualidades y los defectos propios.
El juego como aprendizaje de vida
Jugamos para intentar ganar y por eso dirigimos nuestra mente de forma permanente hacia la victoria, lo que significa tener una actitud abierta y positiva. Con el juego también se aprende a gestionar el éxito con modestia. Y a aceptar la derrota con deportividad. Por otro lado, nos prepara para interactuar y trabajar en equipo, crear un ambiente donde sea imprescindible la cooperación, la gestión y la administración eficiente de los recursos.
La importancia de jugar en catalán
Es una manera de contribuir a fomentar el uso de la lengua catalana
Miramos la televisión en catalán, escuchamos la radio en catalán, leemos libros en catalán. Es normal, pues, que también queramos jugar en catalán. La oferta de juegos en esta lengua aún es reducida a pesar de que hay un mercado y una demanda creciente. Del mismo modo que empresas de otros ámbitos han incorporado el catalán en sus productos, también es importante que las empresas de la industria del juego cada vez sean más sensibles a la cuestión lingüística y den respuesta a esta necesidad.
Es una manera de mejorar la competencia lingüística
A través del juego aprendemos lenguas de manera informal, y también consolidamos los conocimientos de los idiomas que ya sabemos. Y es que sin darse cuenta de ello, empleamos todas las habilidades lingüísticas para que el juego exige: hablar, leer (las instrucciones, por ejemplo), comprender (las explicaciones que dé otro jugador) e incluso escribir (si la mecánica del juego lo pide).
Es una manera de practicar la variante más coloquial de la lengua
Para los nuevos hablantes de catalán, el juego es una manera de entrar en contacto con el registro más informal de la lengua. El juego es un espacio propicio para que conozcan un lenguaje espontáneo y popular, alejado de la variante más académica.
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