La experiencia del campamento, ¡un regalo!
¡Vivir el campamento es un regalo! Y es que somos muchos los que afirmamos que nuestra identidad tiene sentido por nuestro paso por el campamento y las colonias. Gracias al ocio hemos vivido historias mágicas de personajes que nos hacían partícipes de su vida y al que teníamos que ayudar de una manera u otra. Gracias al ocio hemos jugado muchísimo y hemos descubierto el gran potencial del juego. Gracias al ocio hemos compartido momentos de danzas y canciones donde hemos aprendido letras con grandes mensajes y descubierto el potencial de la guitarra como generadora de hermandad. Gracias al ocio hemos superado retos y dificultades que nos han permitido crecer como personas. Gracias al ocio sabemos qué es vivir en comunidad, en base unos valores, unos hábitos y unas costumbres.
Vivir unas colonias o disfrutar semanalmente de la actividad de los casales es un aprendizaje vivencial e integral que debe poder ser accesible a todos los niños y jóvenes. Es importante promover un ocio educativo que llegue a todos los lugares y generar oportunidades para que no se convierta en un privilegio o una oportunidad sólo de ciertos colectivos.
Hay que abrirnos y encontrar la manera de hacer centros recreativos inclusivos y arraigados en todo el territorio, y el esfuerzo para hacer vivir la experiencia del ocio a más niños debe ser compartido y trabajado desde diferentes niveles y actores.
¿Qué condiciones se necesitan para que los casales sean aún más inclusivos?
- Por un lado, hay que destinar recursos económicos para acercar el ocio a las familias que lo necesitan. Velar para que ningún niño se quede sin estos aprendizajes por motivos económicos, defendiendo y poniendo en el centro su valor educativo por el crecimiento de un niño. Así pues, hay que dedicar recursos desde las administraciones y entidades, a fin de promover sistemas de becas para aquellos niños que lo necesitan y desde los centros de tiempo libre hay que impulsar también campañas económicas que lo favorezcan.
- Por otro lado, los centros de actividades y casales deben abrirse y ser proactivos y establecer vínculos con entidades de servicios sociales o centros escolares para que su actividad sea también una oportunidad para niños y familias que difícilmente accederían, ya sea por desconocimiento, desconfianza, dificultades económicas… A menudo esto implica salir de la dinámica habitual, dedicarle tiempo, asumir nuevas tareas, superar algunas dificultades… pero con el convencimiento de que acercar el esparcimiento a nuevos niños será todo un regalo para ellos y ellas y para el propio centro.
- Y por último, hay que extender los espacios educativos de ocio e impulsar el nacimiento de nuevas realidades de casales en lugares donde actualmente no hay. El arraigo en el territorio es clave para generar red y comunidad y, por tanto, es clave contar con entidades en los barrios o pueblos donde esta vertiente educativa no está presente. Una de las dificultades para conseguirlo es encontrar monitores y monitoras referentes que quieran reorientar su voluntariado en este tipo de proyectos. Jóvenes que cojan un compromiso regular y continuado en el tiempo para acompañar a niños y niñas del territorio sin la experiencia del campamento en la aventura de impulsar nuevos centros. Paralelamente, también hay que encontrar entidades referentes al territorio que contribuyan a estimular este tipo de iniciativas ofreciendo un espacio, contactos… y, sobre todo, ganas de querer acoger y acompañar el nacimiento de un esparcimiento que pueda convertirse en un tesoro para los niños y jóvenes de la zona.
En definitiva, hay muchas maneras de acercar la realidad de los campaments y casales a más ninos, niñas y jóvenes para dar respuesta a las diferentes necesidades. Monitores, monitoras, entidades, federaciones, administraciones… Todos conjuntamente debemos poner en valor la importancia del recreo como un agente educativo y socializador y trabajar para que el ocio de base comunitaria sea una experiencia accesible, inclusiva y arraigada en el territorio.
Vicepresidenta del Movimiento de Centros de Esplais Cristianos Catalanes (MCECC)