Entrevista al experto en “lettering” Ivan Castro
“Los romanos que esculpían sobre piedra hace dos mil años en Roda de Berà ya hacían lettering”
Se considera un artesano de la letra dibujada, del lettering, una faceta del diseño gráfico que, a pesar de tener muchos años de recorrido, ahora está más de moda que nunca. Porque hablar de lettering es hablar de Ivan Castro, hemos querido conversar con él sobre su libro El abc de lettering (Campgràfic), pero también de sus obsesiones, el estilo y los talleres que realiza en Abacus cooperativa, los cuales forman parte de los más de 1.000 que se realizamos todo el año.
Abacus: Para empezar… ¿Qué es el lettering?
Ivan Castro: El lettering es dibujar letras a mano para comunicar una historia, contar una imagen mediante palabras.
A: Pero hay una línea muy fina que diferencia la caligrafía, la tipografía y el lettering, ¿verdad? ¿En qué se diferencian?
IC: La caligrafía es el gesto de escribir: construir una serie de signos alfabéticos con un aspecto en concreto. En el caso de la tipografía se trata de formas de letras ya definidas, como las que podemos encontrar en nuestro ordenador. Puedes trabajar con ellas, componer palabras y textos, pero ya vienen definidas. El lettering es una disciplina a medio camino entre las dos anteriores. Se trata de dibujar las formas de las letras manualmente, sea a mano o digitalmente, pero están hechas desde cero o manipulando a otros. Esto aporta cierta capacidad de decisión sobre las formas que se utilizan. De este modo, te aseguras que lo que dibujarás sólo se utilizará en un contexto en concreto.
A: Así, ¿el lettering es un fenómeno reciente?
IC: La verdad es que hablamos del lettering como si fuera un fenómeno nuevo pero es muy antiguo. Es más antiguo que la tipografía. Los romanos que esculpían sobre piedra hace dos mil años en Roda de Berà ya hacían lettering, pero no tenía ese nombre todavía. No hay que ir tan lejos. Si damos un vistazo a los años 60 o 70, las publicaciones de Bruguera tenían unos rótulos dibujados a mano cojonudos; de hecho, son una de mis fuentes de inspiración.
A: La primera edición de tu libro, El abc del lettering, se publicó en 2016 en inglés, y un año después lo tradujiste al castellano. ¿Crees que todavía es una artesanía por descubrir en nuestro país?
IC: No es que esté por descubrir, pero sí es una manera de trabajar no muy popular. Dentro de la comunicación gráfica sí es conocido. Por lo demás, cuesta más de identificar porque se mezcla un poco con la caligrafía.
A: Así pues, ¿el libro está destinado a diseñadores?
IC: Lo cierto es un libro para todos los públicos. Está explicado desde cero, de ahí el abc del título. Cada uno puede aplicar lo que se cuenta desde su punto de vista. Lo puede usar como hobby o como profundización dentro del mundo del lettering.
A: Así, por ejemplo, aquel niño o niña que escribe su nombre en la libreta de la escuela, ¿puede considerarse que se ha iniciado en el mundo del lettering?
IC: De una manera muy temprana, pero sí, porque lo que está haciendo es jerarquizar la información de una manera intencional. Es decir, en el momento que coge el rotulador grueso para hacer el título de los deberes ya está empezando a tomar decisiones de forma que afectarán la manera en que el maestro leerá los deberes o apuntes. Puede ser inconsciente, pero, al fin y al cabo, esta es mi trabajo (ríe).
A: ¿La tipografía digital es el principal rival del lettering?
IC: No, en absoluto. Del mismo modo que una cerveza industrial no es competencia de la cerveza artesana. Sí que hay casos en que la tipografía imita la caligrafía. Pero la tipografía, por muy bien hecha que esté, no deja de estar al alcance de todos.
A: Así que dibujar letras no es lo mismo que escribir…
IC: Exacto. Escribir no es intencional, te sale la letra que te sale, involuntaria. En cambio, cuando haces lettering, te adaptas a un objetivo concreto, lo que te pide el cliente, dibujas letras en un estilo determinado. Por lo tanto, hay una cuestión de intencionalidad y un control de la forma.
A: ¿Y cuando y por qué decides que quieres especializarte en lettering?
IC: En 2010 me quedé sin trabajo. Yo ya hacía tiempo que hacía caligrafía a nivel freelance. En ese momento vi que había cierto interés en la disciplina, había muchos diseñadores gráficos pero no tantos que hicieran lettering a un nivel profesional. Y decidí tirar por ahí. Y tengo trabajo siempre.
A: …Porque parte del mismo trabajo de diseñador, también impartes clases y talleres…
IC: Sí, doy clases en diferentes escuelas de diseño y talleres para todos los públicos. Hay mucha gente que se interesa por esta artesanía. Los talleres de Abacus en concreto son muy asequibles e interesantes porque en realidad cualquiera puede hacerlos. El público es muy variado, desde gente iniciada hasta curiosos que quieren descubrir la disciplina. La idea de estos talleres es descubrir una nueva manera de entender la forma de la letra y pasarlo bien con las tintas y los pinceles.
A: Y hablando de trabajos, ¿cuál es el proyecto que recuerdas con más cariño?
IC: Tengo dos proyectos que son los más importantes. Uno es mi libro, porque todo lo que quiera explicar a alguien sobre lettering está allí. Me sirvió para sintetizar los conocimientos abstractos, y para poder consultarlos de manera ordenada. Aunque he intentado mantener en un punto de vista muy objetivo no deja de haber una parte interpretativa. Y el otro proyecto es el logotipo y la botella del vermut El Bandarra. Es especial para mí porque me dio buen rollo en un momento complicado de mi vida.
A: ¿Hasta qué punto es importante el estilo, esta parte interpretativa?
IC: Intento que no sea mi estilo el que mande. Todo lo contrario, debe ser el proyecto el que determine si una letra debe ser más expresiva o más controlada. A mí me gusta pensar que mi estilo no afecta mi trabajo profesional.
A: Y, dinos… ¿Llevas algún estuche siempre encima, en caso de emergencia?
IC: Pues hace diez años sí, ahora ya estoy más tranquilo (risas). El lettering es mi trabajo, me apasiona, pero no hasta ese punto. Ahora bien, si me voy de viaje es muy probable que un 40% de las fotos sean rótulos que veo por la calle.
A: Para ti, ¿qué es más fácil dibujar, números o letras?
IC: Odio hacer números. Su origen no viene del alfabeto latino y la lógica es diferente de la de las letras. Los números no están pensados para escribir de manera fluida, y eso me pone un poco nervioso. Son como formas artificiales, es una obsesión mía.
A: Y… ¿Mayúsculas o minúsculas?
IC: Depende. Las mayúsculas te obligan a escribir de una manera más pausada y meditada. Son letras que se relacionan menos entre ellas. En cambio, una minúscula es una letra ligada, y da pie a ser más rápida y expresiva.
A: Al final del libro, como conclusión, avisos que el lettering es un oficio difícil y que se necesita tiempo para dominarlo. ¿Qué hay para tener éxito?
IC: Se necesita tener una perspectiva histórica de la escritura y su evolución. De esta manera tienes más claro cuál es el siguiente paso. Hay también ser receptivo, curioso. Desgranar y reproducir un estilo de letra que hayas podido observar. E invertir muchas horas para llegar a dominar la técnica.