DIGNIDART, PRODUCTOS CON CONCIENCIA SOCIAL
Manifesto
En esta época de crisis y de transición, es hora de explorar un nuevo modelo de desarrollo económico que movilice mejor los recursos y priorice las dimensiones sociales, ambientales y humanas de la economía a resolver más eficazmente las necesidades de la ciudadanía. Las iniciativas de la llamada economía social y solidaria no priorizamos el lucro sino la satisfacción de necesidades y la utilidad social, nos organizamos de manera democrática y actuamos con compromiso social y ambiental. Esto nos hace especialmente indicadas para ser un buen aliado para impulsar, también desde las grandes cadenas de distribución, este nuevo modelo de desarrollo económico y territorial.
En estos últimos años, esta nueva forma de hacer economía y de hacer empresa ha crecido cuantitativamente, se ha diversificado y muestra un gran dinamismo. En Cataluña tenemos miles de iniciativas de todo tipo: cooperativas agrarias e industriales, pero también muchas otras que dan servicios a las personas y las empresas, cooperativas que agrupan comerciantes y otros profesionales, grupos de consumo agroecológico, proyectos de economía colaborativa, entidades de comercio justo y de turismo responsable, asociaciones y fundaciones que trabajan en el campo social, finanzas éticas, empresas de inserción, huertos comunitarios, bancos de tierras, grupos de crianza compartida, bancos de tiempo, monedas sociales, etc.
Además, muchos proyectos de la economía social y solidaria nacen para resolver necesidades de una colectividad concreta; las personas que los impulsan suelen vivir en el mismo territorio donde realizan la actividad, así como sus proveedores y colaboradores; a menudo apoyan actividades sociales y culturales del entorno, y los beneficios económicos resultantes tienden a circular dentro del territorio. De hecho, podemos considerar que estas iniciativas ya son agentes de desarrollo local; porque crean puestos de trabajo en la localidad y los mantienen, porque facilitan servicios locales a productores, consumidores y trabajadores, y que todo esto lo hacen, además, promoviendo la acción ciudadana y reforzando los vínculos comunitarios.
El valor de los productos Dignidart
Dignidart es una socialbrand con sede en Barcelona en la que diseñan artículos de regalo y complementos bajo parámetros de responsabilidad social. Y es que todos los productos están libres de explotación y abuso y han sido manufacturados por proyectos de inserción social de nuestro país. Estos proyectos garantizan un trabajo remunerado digno a personas con vulnerabilidad socioeconómica, personas con desestructura familiar, precariedad en la salud, cultura de la vida en centros penitenciarios, caos en la vida cotidiana, adiciones o discapacidades físicas o intelectuales.
El proyecto pone el foco en el proceso productivo de las cosas y en las personas que forman parte. Quiere animar al consumidor a hacerse preguntas a raíz de quién y cómo se han hecho las cosas que consume. Es también su misión dar visibilidad a otra forma de hacer negocios, de vender, comprar y producir, donde el consumidor final, con su poder de elección, pueda cambiar las reglas del juego e impactar positivamente en su entorno para construir un modelo de consumo más ético, responsable y sostenible para las personas.
Además, cuando el proyecto crece, crece a su vez el número de personas que pueden sumarse a los proyectos de empleo social. Todos los beneficios que resultan de la actividad se mueven de forma circular dentro de nuestro territorio, ya que todos los colaboradores son locales.
Sobre la colección textil
Toda la línea textil está íntegramente manufacturada en el barrio del Raval de Barcelona. Todas las piezas se cortan y cosen a mano en un centro especial de personas en riesgo de exclusión social. Personas adultas que, por su situación de marginación o debido a algún tipo de discapacidad, tienen dificultades o muy pocas posibilidades de incorporarse al mercado laboral ordinario. El proyecto aborda como eje principal formaciones técnicas y sociales necesarias para lograr la inclusión social.
Así, través de este proyecto aprenden los valores del trabajo, la tolerancia consigo mismo y con el otro, la capacidad de reconocer una estructura organizativa, la adquisición de una experiencia y responsabilidad en sus actuaciones, desarrollar la confianza en sus capacidades para poder ser co-responsable, aprender e innovar, saber mostrar a la sociedad lo que sabe hacer y lo que aporta a la sostenibilidad con las acciones que lleva a cabo, identificarse con el proyecto que le da sentido a la su vida cotidiana, y finalmente, entender que la inclusión laboral representa, entre otras cosas, ingresos económicos.
En el módulo de confección aprenden el oficio de la costura con clases de patronaje, corte, costura a mano ya máquina, consiguiendo el desarrollo de su actividad en proyectos como este y consiguiendo, por tanto, el fin último de todo el proceso: un puesto de trabajo remunerado.
Sobre la colección de papelería
Por otra parte, toda la línea de papelería, así como todas las etiquetas y trabajos de manipulación, se llevan a cabo a través de un proyecto que da atención a 80 personas con discapacidad intelectual de la provincia de Tarragona. De estas 80 personas adultas, 17 están inscritas en el Centro Especial de Trabajo donde desarrollan su trabajo de forma autónoma y donde reciben apoyo de mejora continua. Estas personas, que de otra manera tendrían serias dificultades para incorporarse al mercado laboral ordinario, pueden hacerlo a través de proyectos como el de Dignidart, consiguiendo la misión última del proyecto: la inserción laboral completa.
Sobre la colección “Feminismo”
En 2019 Dignidart lanza al mercado una nueva colección de productos, tras el éxito obtenido con la primera gama dedicada a la pintora mexicana Frida Kahlo. En este caso, la línea está dedicada al feminismo, es decir, el movimiento social y político que promueve, defiende y lucha por la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. Con esta colección, Dignidart pretende dar visibilidad aún más al concepto y las demandas del movimiento feminista. Hablar de feminismo es hablar de derechos humanos. Y es que mostrar valores a través de los productos es una oportunidad única para los que los fabrican y los distribuyen pero también por los que los consumimos.
