Conocimiento compartido

Zambullidas lectoras: la importancia de leer en verano con niños

El verano es sinónimo de tiempo libre y ratos de ocio. Es la estación que asociamos a bajar el ritmo acelerado de las numerosas obligaciones que nos desbordan durante el resto del año. Seguro, en este deseado paréntesis surgen más instantes para zambullirnos en el fascinante mundo de la lectura tanto individualmente como en familia.

Sin duda, se multiplican los deliciosos momentos para vivir intensamente la pasión por los libros. Por lo tanto, debemos aprovechar toda oportunidad para disfrutar de lecturas en voz alta con los más pequeños gracias a atractivos álbumes y libros desplegables con estimulantes pestañas, sugerentes texturas y preciosas ilustraciones. ¡Evidentemente, son una verdadera fiesta para los sentidos que ayudan a fomentar el hábito lector desde edades tempranas!

Debemos promover que las criaturas se interesen por los libros creando momentos compartidos de lectura apacibles, únicos e inolvidables que, al mismo tiempo, refuercen nexos y vínculos afectivos. Y, más allá de la infancia, también los tenemos que acompañar a lo largo de su vida lectora: debemos interesarnos por las lecturas que hacen y conversar sobre libros con ellos para darnos cuenta de su nivel de comprensión lectora y para estimularlos a escribir a partir de las lecturas hechas viajando juntos con cálida complicidad.

Así pues, aprovechemos los momentos al aire libre ya sea en las estancias en la montaña, en la playa, en el parque, en el camping, en la biblioteca… para incentivar la lectura, porque no sólo es una competencia crucial en nuestra vida, sino la puerta de acceso al apasionante mundo del saber.

Cuando leemos, se activan capacidades mentales que nos facilitan hacernos preguntas, deducir, inferir, es decir, se desarrolla el pensamiento crítico y analítico tan necesario en época de fake news. Esta gimnasia neuronal no sólo hace que abramos la imaginación de par en par, sino que también nos traslada a mundos lejanos y exóticos con el regalo de la magia de la palabra escrita. De lo contrario, enriquecemos nuestro vocabulario y, de hecho, integramos nuevas estructuras gramaticales y sintácticas para luego plasmarlas en nuestros escritos. Hay que estimular la creatividad y la originalidad con la meta de generar la necesidad de escribir a partir del placer de la lectura para voltear un final o las decisiones de los protagonistas, añadir un episodio en la trama, incluir un determinado personaje…

Con la lectura, nos conocemos un poco mejor, hacemos un viaje al interior, a los sentimientos, a las emociones y al diálogo con nuestro yo (miedos, inseguridades…) y, de paso, con los demás (empatía, respeto…). Todo esto nos permite fortalecer la personalidad, el autoconocimiento, el autodescubrimiento y la autoestima. Por lo tanto, se está garantizando tanto el crecimiento intelectual como el personal y emocional con el fin de aprender a aprender y ser.

Queda bien patente que la lectura nos mueve, nos emociona y contribuye a nuestro desarrollo integral. Es el pasaporte al mundo del conocimiento, de la imaginación y de la vida. Leemos para aprender, para escribir, para compartir, para crecer y, sobre todo, para disfrutar. Por supuesto, apostamos por ofrecer momentos de lectura y regalar libros para propiciar lectores competentes, analíticos, críticos y felices que sepan saborear el placer de la literatura. ¡Que el verano reviva la pasión por la lectura!

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