Y tú, ¿qué aventura eliges?
La colección de libros juveniles “Elige tu propia aventura” apoderó el lector y transformó su experiencia de lectura
“Las posibilidades son múltiples; algunas elecciones son sencillas, otras sensatas, unas temerarias… y algunas peligrosas. Eres tú quien debe tomar las decisiones. Puedes leer este libro muchas veces y obtener distintos resultados. Recuerda que tú decides la aventura, que tu eres la aventura. Si tomas una decisión imprudente, vuelve al principio y empieza de nuevo. No hay opciones acertadas o erróneas, sino muchas elecciones posibles.”
Si naciste antes de los 90, seguro que te suena lo que acabas de leer. Y es que a finales de la década de 1980 y durante los 90, entre los jóvenes lectores triunfaba una nueva manera de leer los libros que llegaba del mundo anglosajón bajo el nombre de gamebooks. Eran esos libros en los que el lector se implicaba de tal forma con la historia que podía condicionarla con sus decisiones.
Seguir el camino o desviarse hacia el bosque. Acompañar al amigo del protagonista o volver a casa, y dependiendo de lo que eligieras la historia iba en una u otra dirección, condicionando casi siempre el final de la narración.
El primer libro de este tipo fue Sugarcane Island, escrito por Edward Pactar muchos años antes de que éstos revolucionaran el sector. Aquí, la colección de libros impulsada por Packard junto con R.A. Montgomery, llegó bajo el nombre de Elige tu propia aventura de la mano de la editorial Timun Mas, que los publicó tanto en catalán como en castellano. Dirigidos a jóvenes de entre 10 y 14 años, los libros están escritos en segunda persona, y el lector/protagonista tiene un papel fundamental en cada libro, ocupando en muchas ocasiones un oficio con un perfil claramente aventurero: piloto, alpinista, espía, investigador privado… Los roles son múltiples y casi siempre son neutros en cuanto a género, porque así tanto las niños como las niñas puedan sentirse representados.
A veces tenemos la impresión de que la década de los 1980 nunca terminó de irse del todo. Algunas de sus ideas, tendencias, estética, moda o propuestas han ido reciclándose constantemente y han sido el referente de muchos movimientos urbanos y culturales posteriores. En el campo de la ficción, por ejemplo, estos últimos años hemos vivido una batería interminable de adaptaciones de películas de esa época así como de sofritos estrafalarios que respiran claramente esa esencia tan reconocible para todos. I eso no es todo. La plataforma de contenidos Netflix, por ejemplo, acaba de anunciar que está desarrollando un sistema que quiere incorporar próximamente en algunas de sus futuras series que permitirá a la audiencia condicionar la trama e influir en ciertas decisiones de los protagonistas a medida que la historia avance, igual que hacían los libros de Elige tu propia aventura treinta años atrás. Un poco, también, en la línea de los tests literarios que os hemos propuesto estos últimos Sant Jordi, y en los que muchos habéis participado.
Y tú, ¿qué aventura eliges?