21 de marzo, Día Mundial de la Poesía
Según la UNESCO, la poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la manera en que usamos las palabras y las cosas, y nuestras formas de percibir e interpretar la realidad. Gracias a sus asociaciones y metáforas y su gramática singular, el lenguaje poético constituye, pues, otra faceta posible del diálogo entre las culturas.
La decisión de proclamar el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía fue aprobada por la UNESCO durante su 30 período de sesiones, que se celebró en París en 1999. De acuerdo con esta decisión, el principal objetivo de esta acción es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus comunidades respectivas.
Por otra parte, este día tiene como propósito promover la enseñanza de la poesía; fomentar la tradición oral de los recitales de poéticos; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se considere una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a las comunidades transmitir sus valores y fueros más internos y reafirmarse en su identidad; y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura.
Es así como la Institució de les Lletres Catalanes -con la colaboración de diversas entidades públicas y privadas- celebra una gran fiesta de la palabra y las letras y fomenta una serie de iniciativas, presenciales y/o a través de la red, en todos los territorios de habla catalana. Se hace la elección de un autor o autora a quien se le encarga un poema que es traducido a numerosas lenguas, mostrando la riqueza mundial de la poesía en un juego de eco poético de gran extensión territorial (con celebraciones desde Alicante a L’Alguer y desde la Franja hasta Puigcerdà).
Este año la autora es Felícia Fuster i Viladecans (Barcelona, 1921-París, 2012), escritora, pintora y traductora. A pesar de haber dado a conocer su obra en plena madurez, con poco tiempo obtuvo la complicidad de los poetas y la crítica. Instalada en París desde los años cincuenta, se caracterizó por una fuerte personalidad de “mujer faber”, en sus palabras, y por el afán de libertad que desplegó en todos los ámbitos de su vida. Es desde este principio de libertad que desarrolló tanto su obra plástica, influida primero por el informalismo y el expresionismo abstracto norteamericano para desembocar después en las innovadoras Abstraccions líriques i Plurivisions, como poética, que transcurrió del vanguardismo europeo a la asunción de la tradición de Oriente, en concreto, la poesía japonesa moderna. El conjunto de su producción poética engloba siete poemarios, reunidos, junto con sus traducciones del japonés, a Obra poètica 1984-2001 (2010). También escribió el texto en prosa “A dins a fora” (dentro de Barceldones, 1989) y la novela inédita Aquells fanals, y tradujo del francés Obra negra de Marguerite Yourcenar (1984) y, en japonés, Poesia catalana contemporània (1988), con Naoyuki Sawada. En 1987 obtuvo el Premio Vicent Andrés Estellés. Su obra ha sido traducida a lenguas como el inglés y el francés.