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Ir a la escuela a la antigüedad

Comienza el curso y también las reencuentros con compañeros, compañeras y maestros para aprender cosas interesantísimas. ¡Qué suerte! Piensa que en el pasado no todo el mundo podía ir a la escuela… ¿Quieres saber cómo era el aprendizaje en las civilizaciones antiguas de Egipto y Grecia? ¡Desde Petit Sàpiens te deseamos un curso muy provechoso y divertido!

EL ANTIGUO EGIPTO

Ir a la escuela a la antigüedadA nosotros leer y escribir nos parece muy normal, ¿verdad? Todos los niños y niñas aprenden. Pues en tiempos del antiguo Egipto, hace más de 4.000 años, ¡la mayor parte de la gente no tenía ni idea! Sólo sabían los escribas, que eran los profesionales que se cuidaban de escribir con jeroglíficos. Gracias a su trabajo, sabemos un montón de cosas de su cultura. Normalmente, el oficio de escriba pasaba de padres a hijos, aunque también había algunos niños espabilados con padres campesinos, peones o carpinteros que llegaban a aprender la profesión.

Una tradición machista

Sólo niños, eso sí. Las niñas no podían ser escribas. Qué injusto, ¿verdad? Los niños empezaban a ir a las escuelas de los templos cuando tenían cinco años. Pero el verdadero aprendizaje para ser escriba comenzaba cuando tenían nueve años. Primero estudiaban la escritura hierática, que era más sencillita. Cuando ya la dominaban, pasaban a aprender los jeroglíficos. Ya sabéis, este tipo de dibujitos tan bonitos que los egipcios ponían por todas partes. Pero poca broma, ¡había que memorizar muchísimos signos! El diccionario básico de escritura egipcia recoge los 743 jeroglíficos más comunes, pero hacia el final de la historia de los faraones había… ¡más de 6.000!

Ir a la escuela a la antigüedadVenga, ¡vuelta a empezar!

Los alumnos aprendían el oficio de escriba copiando los mismos textos una y otra. Los arqueólogos han encontrado una pila, y ya os lo podéis imaginar… ¡muchas veces están llenos de faltas de ortografía! Como el papiro era caro, hacían los deberes sobre piedras o trozos de cerámica rota, que eran gratis. También escribían sobre tablillas de madera recubiertas de yeso. Cuando ya estaban llenas de jeroglíficos, las rascaban y las volvían a enyesar para continuar practicando.

Jarabe de palo

No valía distraerse ni un solo instante. A los alumnos que no trabajaban lo suficiente, el maestro les daba un golpe de bastón en la espalda. ¿Qué te parece este modo de conseguir que no hicieran mucho el vago? ¡Sí, un poco bestia! Los estudios eran muy largos: hacían falta exactamente doce años de escuela para ser un escriba competente. Pero, precisamente porque el aprendizaje era tan difícil, los que superaban el reto se convertían en personas muy respetadas en la sociedad egípcia.

La suerte de saber escribir

Los escribas formaban parte de la corte real y, además de tener un buen sueldo, gozaban de algunas ventajas importantes. No tenían que pagar impuestos, ni hacer de soldados en el ejército del faraón, ni trabajar en la construcción de templos, tumbas y pirámides como la mayoría de la población. ¡Mira si valía la pena poner atención en clase!

GRECIA

Ir a la escuela a la antigüedadEn la antigua Grecia, hace más de 2.500 años, no había escuelas públicas. Los padres más ricos enviaban a sus hijos en casa de algún maestro cuando tenían siete años de edad. Allí aprendían a leer y escribir y hacer operaciones matemáticas. ¡Tenían escuela cada día, sin descanso, excepto los días de fiesta de la ciudad! Los acompañaba un esclavo de la familia, que se quedaba todo el tiempo para asegurarse de que el niño se llevaba bien.

El privilegio de estudiar

Pero eso sólo lo hacían los niños más ricos. Las niñas, en cambio, se quedaban en casa con la madre y aprendían a hilar y tejer. ¡Otros machistas, estos griegos! A pesar de ello, algunas niñas también aprendían a leer y escribir. Y los niños de familias pobres tampoco iban a la escuela, ¡porque tenían que ayudar a los padres con el trabajo!

Poemas de memoria

Hacia los doce años, cuando los niños ya sabían leer y escribir correctamente, venía una segunda etapa de perfeccionamiento de los conocimientos. Como en aquel tiempo no había muchos libros, era muy importante ejercitar la memoria. Los alumnos aprendían poemas larguísimos que recitaban sin parar. El autor preferido de los griegos era Homero, que escribió dos grandes poemas de aventuras: la Ilíada y la Odisea. ¡Son las obras literarias más antiguas de Europa!

Ir a la escuela a la antigüedadClase de música

Otra parte muy importante de la educación de los chicos era aprender a tocar un instrumento musical. La combinación de música, canto y danza era fundamental, ya que se interpretaba tanto en las ceremonias dedicadas a los dioses, como en las bodas y los entierros, ¡y también en las marchas hacia la batalla! Por eso los maestros de música eran muy respetados. Los alumnos aprendían de oído mientras repetían una y otra vez las piezas tradicionales: ¡no podían innovar lo más mínimo! Los instrumentos favoritos de los griegos eran la cítara, la flauta doble y la lira, con cuerdas que resonaban sobre un caparazón de tortuga de tierra.

Un poco de gimnasio

Ah, y para los antiguos griegos, la educación física de los niños era muy importante. ¡Querían que crecieran sanos y fuertes para convertirse en buenos soldados! A partir de los catorce años el entrenamiento era incluso más importante que las letras y los números. Los chicos entrenaban totalmente desnudos al aire libre, en unos centros de entrenamiento llamados… sí, lo habéis adivinado: ¡gimnasios! Y es que, en griego, gymnasium significa ‘lugar donde se desnudo’.

Locos por el deporte

Los deportes favoritos de aquel tiempo eran las carreras, el salto de longitud, el lanzamiento de disco y de jabalina, la lucha y el boxeo. Todas eran disciplinas que preparaban el cuerpo para el combate, y además les encantaba participar en competiciones deportivas en honor a los dioses. Los Juegos Olímpicos, que se celebraban cada cuatro años, eran un momento muy esperado.

Un baño… ¡y a clase!

A los gimnasios iban pequeños y grandes, y eran tan importantes que no sólo tenían instalaciones deportivas y baños. ¡También tenían bibliotecas y aulas! Los filósofos menudo iban a impartir las lecciones de retórica, que es el arte de saber convencer a los demás. Con el tiempo, las conversaciones evolucionaban hacia el conocimiento de todo tipo de cosas, ¡ya que los griegos eran muy curiosos!

Contenido elaborado por:
Petit Sàpiens

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