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75 años de El Principito

75 años de El Principito

Sin duda, El Principito es la obra más conocida de Saint-Exupéry. Un cuento poético y filosófico bajo la apariencia de un cuento para niños. Una historia que narra la relación entre un niño y un aviador y que, a través de sus diálogos, hacen replantear la vida en el adulto. El lenguaje, sencillo y despojado, destinado a ser comprendido por los niños y las niñas, es en realidad, para el narrador, el vehículo privilegiado de una concepción simbólica de la vida.

75 años de El PrincipitoDe hecho, las lecturas que se pueden hacer de El Principito son múltiples, pero en todas ellas hay algo que ha hecho que el libro se haya convertido en universal, comprensible y útil en culturas muy diferentes y distantes. Esta universalidad radica en que el relato, bajo la aparente sencillez de un cuento, habla de una experiencia que conlleva la reflexión profunda sobre el sentido de la vida.

Es así como el aviador y el principito del asteroide B612 descubren una nueva manera de ver las cosas que les permite establecer un orden de prioridades diferente y detectar qué es lo esencial para vivir y morir con sentido: cuidar (de la rosa particular de cada uno), acercarse (a los zorros que nos rodean y que piden ser domesticadas), empatizar (con aquellos diferentes a mí), ser custodio (de la naturaleza que nos rodea), confiar (que en medio de todo desierto hay siempre un pozo donde beber agua), aceptar (la picadura de la serpiente y la finitud de la materialidad)…

Su aconfesionalidad, además, ha permitido que, paradójicamente, se convierta en un libro impregnado de una profunda espiritualidad, comprensible desde diferentes tradiciones religiosas y filosóficas; y la ternura y la inocencia del niño son presentadas como eje de una sabiduría buscada en todo el mundo y en todo momento para mujeres y hombres.

Además, a su estilo intergeneracional y los temas universales de la infancia, las edades o el universo, Saint-Exupéry supo añadir un lenguaje paralelo ajeno a cualquier frontera: la ilustración. Y es que las acuarelas que forman parte del texto participan de la pureza del lenguaje de la obra haciendo que la desnudez y la profundidad se conviertan en cualidades maestras.


A Léon Werth

Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una buena excusa: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor puede entender todo, incluso los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Y claro, necesita mucho ser consolada. Si con todas estas excusas no es suficiente, quiero dedicar este libro al niño que fue este anciano. Todas las personas mayores han comenzado siendo niños. (Pero hay pocas que se acuerden) Así, pues, corrijo la dedicatoria:

A Léon Wert, cuando era pequeño.

Antoine de Saint-Exupéry escribió esta dedicatoria a su amigo Léon Werth (novelista, ensayista, crítico de arte y periodista). Esta dedicatoria, incluida en el inicio del libro, está considerada como una de las mejores dedicatorias escritas de la historia. Y tú, ¿te acuerdas de cuando eras pequeño?


Algunas curiosidades

75 años de El Principito

  • El 6 de abril de 1943, hace 75 años, Le petit prince, de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), fue publicado en la ciudad de Nueva York. La primera edición vio la luz, al mismo tiempo, en francés y en inglés, traducida por Katherine Woods.
  • Se han vendido más de 150 millones de ejemplares en más de 300 lenguas y dialectos, convirtiéndose en el libro más traducido de la historia, después de la Biblia, y en el tercer libro más vendido del mundo, también después de la Biblia y de El Capital de Karl Marx.
  • En el año 1959 se publicó por primera vez en catalán. El principito fue traducido por Joan Xancó y publicado por la Editorial Estela. Hasta la fecha han sido muchas las adaptaciones, las grabaciones sonoras y las nuevas traducciones, tanto al catalán y el castellano, como el valenciano, el gallego, el euskera o al aranés.
  • El libro ha tenido múltiples adaptaciones al cine, a la animación y en la televisión. Ha tenido secuelas de dibujos animados, y las versiones y homenajes (animación tradicional, 3D, stop-motion…) son infinitas.
  • Existió un billete de banco francés con valor de 50 francos con la imagen de Saint-Exupéry y de El Principito.
  • En el año 2013 se abrió en Francia un parque temático basado en El Principito. Se encuentra en la localidad francesa de Mulhouse, cerca de la frontera con Alemania. Contiene 31 zonas de juegos y atracciones basadas en los personajes y la temática del libro. En otras cosas se pueden encontrar zorros y ovejas vivas, planetas, globos aerostáticos, un tobogán con forma de serpiente…
  • El investigador japonés Yoshitsugu Kunugiyama sugirió, en 2001, que la ilustración de la portada original fue elaborada por Saint-Exupéry con una configuración astronómica deliberada. En la imagen, el autor elaboró un triángulo isósceles los planetas Saturno y Júpiter, y la estrella Aldebarán. Esta formación estelar tuvo lugar a principios de los años 40 y se repitió en 2000. Kunugiyama cree que Saint-Exupéry dibujó esta disposición conscientemente para conmemorar el centenario de su nacimiento, ya que el piloto francés era un experto en navegación y matemáticas.
  • Un asteroide descubierto en 1993 fue nombrado 46610 Bésixdouze que, traducido al castellano, sería B-seis-doce, en honor al asteroide B-612, donde vivía el principito.
  • Antointe de Saint-Exupéry, además de dedicarse a la literatura, también fue piloto de aviones, como muestran el resto de sus novelas, dedicadas al mundo de la aviación. Muchas de sus experiencias como aviador durante un viaje al desierto del Sáhara sirvieron como inspiración para El Principito. El autor murió en 1944, cuando su avión fue hundido sobre el Mediterráneo, una muerte que fue un misterio durante muchas décadas.

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