Una mirada diferente a las colonias de nieve
La práctica de los deportes de invierno cada vez es más accesible a los niños y jóvenes, tanto por los buenos profesionales que encontramos en nuestro país que nos pueden enseñar la técnica como por la creciente facilidad a la hora de adquirir los equipos y materiales necesarios, cada vez más asequibles, así como por las mejoras que han ido introduciendo las instalaciones de montaña. Por todo ello, las propuestas educativas en torno a los deportes de nieve cada vez son más aceptadas y gozan de más practicantes que se animan y repiten la experiencia invierno tras invierno.
Somos un país con larga tradición montañosa, y en los diferentes pueblos del Pirineo cada vez hay más empresas y profesionales del turismo y los deportes de invierno que se dirigen a los niños y jóvenes con formatos de estancias de colonias y fines de semana de nieve que incorporan un enfoque más sostenible, elementos de descubrimiento y de vivencias en contacto con el medio natural y una mirada educativa y pedagógica que va más allá de la práctica de la técnica deportiva.
El esquí alpino, la tabla de snowboard, el esquí de fondo, raquetas de nieve, los trineos, el esquí de montaña… Son prácticas deportivas que durante muchos años han sido deportes de élite y sólo practicables para economías acomodadas. Eran deportes minoritarios y que se basaban mucho en el esfuerzo deportivo y en el aspecto competitivo. Pero de un tiempo a esta parte, la posibilidad de ofrecer una mirada diferente, más en contacto con la naturaleza, ha dado paso a la existencia de colonias de nieve y actividades para familias que permiten incorporar dentro de las actividades deportivas de esquí o las raquetas aspectos de descubrimiento y de conocimiento de la montaña, recorridos de bosque, observación de fauna, seguimiento de rastros… Todas estas propuestas se convierten muy estimulantes y permiten la actividad de nieve en una época del año diferente del periodo tradicional para los deportes de nieve.
En estas actividades el aprendizaje de unos aspectos mínimos de seguridad es muy importante. Es necesario que los niños y jóvenes se familiaricen con la necesidad de respetar la naturaleza, conozcan los principales peligros y aprendan a respetar los aspectos de seguridad más elementales. El valor de la montaña, su grandiosidad y el hecho de entender que hay que respetarla cuando el tiempo es adverso, hace mucho viento o hay peligros de aludes es muy importante. Estos aprendizajes permiten de manera inequívoca ampliar la autoestima y la seguridad en uno mismo.
Pasear en pleno invierno con unas raquetas de nieve padres e hijos juntos, observando el entorno natural idílico que a veces nos muestra la montaña; de llegar a un lago o en un cuello con vistas panorámicas; de descubrir la existencia del urogallo o las huellas de los corzos; de seguir la ruta de un ciervo encontrando unos cuernos o unas marcas en los árboles; de ver volar unos ratoneros o de escuchar el sonido de un búho en medio del bosque… Son experiencias inolvidables… La bajada con trineos a través de un bosque por un camino nevado permite adentrarse entre los árboles y descubrir el maravilloso paisaje invernal bajo los pinos negros llenos de nieve… Aprender aspectos relacionados con el tiempo, el frío, el viento, la lluvia o la nieve son otros elementos que se incorporan de manera necesaria en las actividades de invierno.
La Fundación Pere Tarrés desarrolla desde hace unos años programas de vacaciones y ocio en familia y para escuelas, donde los valores de la montaña, la naturaleza y la educación ambiental, combinados con la iniciación y el perfeccionamiento de la práctica de los deportes de invierno, llenan el calendario de propuestas de fin de semana, semanas blancas, esquiadas de Navidad y Reyes y escapadas de un día en la nieve, combinando la práctica del esquí y los deportes de nieve con el disfrute y la experiencia en la montaña.
¡Buena esquiada!
Ninguno de Educación Ambiental y Colonias de Ocio de la Fundación Pere Tarrés
