¡Vienen los Reyes!… Pero, ¿sabes de dónde?
¡Qué nervios! ¿Lo tenéis todo listo? Pronto los Reyes Magos llegarán a casa cargados de regalos, ¡y de carbón! Como muchos ya sabréis, la primera vez que los Reyes Magos viajaron desde Oriente fue para ir a visitar al niño Jesús. Pero, ¿sabéis qué le regalaron y por qué?
Pues no le regalaron ni videojuegos ni bicicletas. Lo que los Reyes Magos llevaron al niño fueron tres cofres: uno lleno de oro, otro lleno de mirra, y otro, de incienso. Eran otros tiempos… Pero estos regalos que ahora nos parecen tan extraños tienen mucho sentido si entendemos dónde y cuándo nació su historia.
Por ejemplo, el incienso se quemaba en las iglesias y los templos, aún es así en algunos, y con este regalo los Reyes Magos expresaban la divinidad del niño Jesús. El oro era, y es hoy en día, uno de los materiales más valiosos del mundo, un regalo digno de un rey. Y la mirra es un tipo de resina, una sustancia pegajosa que generan algunos árboles, que en la época del nacimiento de Jesús, hace más de dos mil años, servía para embalsamar el cuerpo de los muertos y conservarlos como momias. Con estos regalos, los Reyes Magos expresaban que Jesús era el hijo de Dios, pero también era un rey de carne y hueso, que moriría igual que el resto de los humanos.
Seguro que os preguntaréis ¿y el carbón? ¿quién lo llevó? Esta tradición nos llega no de los Reyes, sino de un paje real que se llama Carboncillo y que es el encargado de vigilar a los niños de todo el mundo (¡y también a sus padres y madres!) para informar a los Reyes de si se portan bien.
La estrella de Belén
Los Reyes Magos no han querido desvelar nunca qué estrella los condujo hasta Belén, pero muchos astrónomos, los científicos que estudian los astros, han intentado averiguarlo. Hasta hace algunos años, se decía que se la estrella que siguieron los Reyes era en realidad un cometa que cruzó el cielo en aquella época, como el cometa Halley o el Hale-Bopp, pero actualmente se han hecho nuevos descubrimientos y los científicos tienen otras teorías. Algunos expertos dicen que podría tratarse de una supernova, es decir, la explosión de una estrella, que hace que veamos en el cielo una luz muy brillante. Unos antiguos textos chinos de la misma época del nacimiento de Jesús cuentan que en oriente se vio en el cielo una de estas supernoves en la época del viaje de los Magos. Sin embargo, otros científicos dicen que en esa misma época hubo tres planetas que se alinearon en el cielo, es decir, que coincidieron en un momento especial de su órbita alrededor del Sol: Júpiter, Marte y Saturno. Esta coinicidencia es muy poco frecuente, y verla desde la Tierra debió ser también todo un espectáculo.
La tarea de llevar regalos
Después de su viaje para llevar oro, mirra e incienso al niño Jesús, los reyes Merchor, Gaspar y Baltasar decidieron que cada año repartiriían regalos a todos los niños. Pero claro, ellos solos no pueden con tanto trabajo y por eso en la mayoría de países cuentan con ayudantes muy especiales. ¿Los conoces?
Esteru
Esteru es un leñador grande y fuerte de Cantabria, que lleba boina, pipa y una barba muy larga. Vive en los bosques cortando leña todo el año, menos en Navidad. En estas fechas se dedica a fabricar juguetes de madera para llevarlos a los niños. Llega a cada casa con un saco gigantesco, su hacha y un ayudante, el “burro”.
Olentzero
Olentzero es un gigante que trabaja como carbonero, y durante el año vive en las montañas. A Olentzero le gusta mucho comer, y en Navidad baja desde lo alto de las montañas hasta los pueblecitos del País Vasco y de Navarra cargado de obsequios. Siempre va un poco sucio, porque el carbón mancha mucho, y los pocos que le han visto dicen que tiene 365 ojos, uno para cada día del año, y que le sirven para poder vigilar a los niños todos los días.
El tió
Este personaje que en Cataluña se llama tió también es conocido como tronco, tronca o rabassa. Viene de una tradición muy antigua que servía para celebrar las buenas cosechas, la fertilidad de la naturaleza y el esfuerzo de los humanos para aprovecharla. En tiempos remotos, su regalo era calentar las casas, ya que como era un tronoco mágico, no se apagaba nunca. Más adelante, el tió decidió que la noche de Navidad, en lugar de regalar calor, regalaría dulces, sobre todo barquillos y turrones. Para que cagase más cosas deliciosas y divertidas, los niños y los mayores decidieron alimentarlo muy bien, algunas veces con algarrobas y pan seco.
Papá Noel
De Santa Claus sabemos que vive en el polo Norte y que viaja montado en un trineo, pero su historia es todo un misterio. Algunos dicen que era un monje muy bondadoso que se llamaba Nicolás de Mira, mientras otros cuentan que era un niño huérfano nacido en Finlandia, que se llamaba Nikolaas y que construía juguetes de madera para otros niños.
Befana
En Italia, esta señora, medio bruja medio hada, lleva regalos a los niños el día 6 de enero, igual que los Reyes Magos. Vuela sobre una escoba y entra en las casas por la chimenea para llenar los calcetines de dulces y carbón. Los niños le dejan una garrafita de vino y un buen plato de higos, dátiles y miel, y Befana agradece esta ofrenda con una gran sonrisa.
Babuixka
Esta viejectia encantadora es la encargada de llevar regalos a los niños de Rusia. Mientras vuela con un atillo lleno de regalos en busca del niño Jesús, va repartiendo juguetes a todos los niños que encuentra por el camino.
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