gtag('config', 'AW-1000876650');
Tiendas

Volvemos a la escuela. ¿Cómo está la normativa? ¿Cómo llegamos en septiembre?

Volvemos a la escuela. ¿Cómo está la normativa? ¿Cómo llegamos en septiembre?En estos momentos, hace un año, a pocos días de comenzar el curso 20-21, los medios y las redes hervían de mensajes apocalípticos sobre el peligro al que nos exponíamos y sobre la irresponsabilidad de las administraciones si se abrían las escuelas. Y contra todo pronóstico, las escuelas han estado abiertas hasta junio con actividad presencial, a pesar de las intermitencias de confinamientos puntuales. ¿Quién nos lo iba a decir? El éxito ha sido espectacular. Y no nos cansaremos de decirlo: si esto ha sido posible es gracias a la colaboración y la cooperación de los equipos de maestros, niños, niñas y jóvenes, familias y administraciones, tanto de educación como de salud. A pesar de todas las carencias que tenía el sistema educativo antes de la Covid, ya pesar de todas las restricciones y protocolos, la escuela hizo el papel de servicio público que le corresponde.

Volvemos a la escuela. ¿Cómo está la normativa? ¿Cómo llegamos en septiembre?Y ahora que estamos ante un nuevo curso, en el que de momento la normativa es similar a la del curso pasado, ¿cómo llegamos a septiembre?

De entrada con más autoestima para seguir siendo un colectivo esencial. El colectivo docente durante el confinamiento más duro, y en junio de 2020, sufrimos un grave desconcierto y no fuimos capaces por diferentes motivos de abrir las escuelas. Este curso, a pesar de todo el desgaste y el agotamiento que ha supuesto, el balance es positivo: ¡sabíamos que no sería fácil y lo hemos hecho! Lo hemos conseguido con cooperación, flexibilidad, adaptación y responsabilidades compartidas. Y esto nos ha hecho ganar en autoestima y en valoración social, lo que nos hace más fuertes.

Volvemos a la escuela. ¿Cómo está la normativa? ¿Cómo llegamos en septiembre?¡Pero dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes! Este sentimiento forma parte de la condición humana que hace que no valoremos lo que tenemos. Esto nos pasó en marzo de 2020, cuando perdimos la escuela y no la recuperamos hasta septiembre. Una escuela, un sistema educativo, que como sociedad, maestros, niños y familias, dábamos como un derecho adquirido históricamente, como un sistema que funcionaba a pesar de las imperfecciones, ¡pero que nunca habíamos pensado que de pronto pudiera desaparecer y que encontraríamos tanto de menos! Es por ello que me gustaría pensar que después del año pasado todos (niños, niñas, jóvenes, maestros, maestras, familias y sociedad en general) valoramos mucho más la escuela.

Volvemos a la escuela. ¿Cómo está la normativa? ¿Cómo llegamos en septiembre?Los vínculos humanos son la esencia de la escuela. En la escuela no se va sólo a aprender y a adquirir conocimientos y competencias, sino que es el espacio de convivencia y de socialización más importante que tenemos como sociedad. Todo el mundo pasa por la escuela, y todo el mundo debería encontrar un lugar donde sentirse reconocido y poder desarrollar su proyecto personal y, sobre todo, encontrar un encaje en un proyecto colectivo. En la escuela convivimos y crecemos con niños y niñas de todo tipo, y es el espacio idóneo para aprender a vivir y convivir como seres humanos. Es por ello que el establecimiento de vínculos es tan importante en la escuela: vínculos con los maestros, vínculos con los iguales, y vínculos con personas con las que quizás nunca hubiéramos coincidido. Por todo ello es tan importante hacer que la escuela sea este espacio de aprendizaje solidario donde el proyecto común esté por encima del éxito individual.

Pero no vale hacer ver que no ha pasado nada. Esta pandemia nos está pasando muchas facturas y no podemos eludir que el momento que vivimos es de una fuerte crisis a todos los niveles. Y no vale hacer ver que no ha pasado nada, y que nada nos debe afectar. Al contrario, en la escuela tenemos que afrontar todos los problemas que nos trae la pandemia hablando abiertamente, aceptando las debilidades, y haciendo todo de la escuela un refugio y un espacio de cuidados, de bienestar, que combata el aislamiento y los miedos.

La vuelta a la escuela del pasado septiembre fue vivida con mucha incertidumbre por un lado, pero también con muchas ganas y esperanzas por el otro. Ahora que nos enfrentamos a un nuevo curso, esperamos olvidar muchas de las lecciones que hemos aprendido para continuar aprendiendo nuevas. Volvemos valorando lo que es esencial, pero sin dejar de soñar y luchar por una escuela mejor: más solidaria, más democrática y más inclusiva, que ponga el bien público y el bien común por delante del interés individual.

También puede interesarte…

Francina Martí Cartes
Presidenta Associació de Mestres Rosa Sensat

Rosa Sensat



5 (100%) 1 voto(s)

Deja un comentario